Como la agencia oficial internacional de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, en CRS basamos nuestra misión en la rica tradición de las Sagradas Escrituras. La doctrina social católica, también, sirve como pilar de nuestros principios. Actuando como una guía de un mundo justo, estos principios son compartidos más allá de fronteras religiosas y culturales. Nuestros principios expresan valores comunes entre personas que buscan promover y trabajar por la justicia verdadera y la paz duradera.
Santidad y dignidad de la persona
Creada a imagen de Dios, toda vida humana es santa. Poseemos una dignidad que proviene directamente de nuestra creación y no forman alguna acción nuestra.
Derechos y responsabilidades
Toda persona tiene derechos y deberes básicos que se derivan de nuestra dignidad humana. Nos pertenecen a todos por ser humanos, sin consideración de estructuras sociales o políticas. Los derechos son numerosos e incluyen aquellas cosas que hace la vida verdaderamente humana. Junto con nuestros derechos, existen deberes y responsabilidades para respetar los derechos del prójimo y trabajar por el bien común de la humanidad.
Naturaleza social de la humanidad
Somos sociales por naturaleza y estamos llamados a vivir en comunidad. Nuestro potencial humano no se realiza plenamente en aislamiento, sino en comunidad con los demás. La forma en que organizamos nuestras familias, sociedades y comunidades afecta directamente la dignidad humana. De la misma forma, afecta la capacidad para lograr nuestro potencial a plenitud.
El bien común
Para que todos tengamos oportunidad de crecer y desarrollarnos plenamente, debe existir dentro de la sociedad una estructura social determinada. Esto es el bien común. Numerosas condiciones sociales —económicas, políticas, materiales y culturales— influyen en nuestra capacidad para lograr la dignidad humana y alcanzar nuestro potencial.
Subsidiariedad
Un nivel superior de gobierno —u organización— no debe desempeñar ninguna función o deber que pueda ser manejado con mayor efectividad en un nivel inferior por personas más cercanas al problema y con mejor comprensión del tema.
Solidaridad
Todos somos parte de una sola familia humana —sin importar nuestras diferencias de nacionalidad, raza, religión, situación económica o ideología. En un mundo crecientemente interconectado, amar a nuestro prójimo adquiere dimensiones globales.
Opción por los pobres
En toda decisión económica, política o social, se deben priorizar las necesidades de los más pobres y vulnerables, así como de los enfermos y desamparados. Cuando hacemos esto, fortalecemos a la comunidad entera, pues el desamparo de un ser sólo humano hiere al resto de la sociedad.
Fiel administración de los recursos
Hay una integridad inherente en toda la Creación que requiere una cuidadosa administración de todos nuestros recursos. Tenemos que asegurar que haya utilización y distribución justa y equitativa, conforme a nuestra fe católica. También, es necesario planificar para abastecer las necesidades de generaciones futuras.