El personal de Catholic Relief Services (CRS) se está preparando en Filipinas a la vez que el tifón Hagupit se moviliza a través del Océano Pacífico y en dirección a la isla. Hagupit – conocido localmente como tifón Ruby – se espera que toque tierra el sábado 6 de diciembre, posiblemente en las mismas zonas devastadas por el súper tifón Haiyan hace apenas un año. Esa tormenta fue la causa de la muerte de más de 6.000 personas, y un número mayor de sobrevivientes continúan viviendo en refugios temporales.
CRS cuenta con 300 empleados en las zonas afectadas por Haiyan en las islas de Samar y Leyte. Un año después los esfuerzos de asistencia más grandes en la historia de la agencia siguen activos. Como parte de la preparación para Hagupit, hay una reserva de suministros críticos en las ciudades de Davao y Cebu que rápidamente pueden ser enviados a las zonas afectadas. Usualmente los suministros de emergencia incluyen material para refugios de emergencia, artículos de primera necesidad como mantas y utensilios de cocina, así como kits de saneamiento que contienen jabón, cubetas y tratamientos de purificación de agua.
Aunque CRS siempre vela por la seguridad del personal en la posible ruta de la tormenta, los equipos están listos para movilizarse tan pronto como la tormenta pase, con el propósito de identificar las áreas de mayor necesidad.
Mientras que algunos pronósticos predicen que el tifón Hagupit puede tocar tierra al noroeste a lo largo de las costas de Luzon, otros predicen que llegará a las áreas de Leyte y Samar del Este todavía en proceso de reconstrucción. El tifón se predice traerá fuertes lluvias, inundaciones y marejadas a la ciudad de Tacloban, donde muchos siguen viviendo en refugios improvisados o tiendas de campaña. En Visayas todavía hay más de 95.000 familias viviendo en refugios temporales como resultado de Haiyan.
CRS trabajará en estrecha coordinación con la Iglesia en Filipinas para coordinar una respuesta inmediata de emergencia en las zonas más afectadas. La Arquidiócesis de Palo en Leyte oriental ha ofrecido sus parroquias y otros edificios para aquellos obligados a evacuar, y la diócesis de Bohol ya ha asistido a la evacuación de dos islas del norte de la provincia de Bohol.
Mientras tanto los invitamos a orar por nuestros hermanos y hermanas de las Filipinas.