Cambio climático, tráfico humano y la crisis de refugiados en Siria/inmigración hispana, son las tres grandes prioridades del Departamento de Cabildeo de Catholic Relief Services (CRS) para el 2016.
Por Jacqueline Lerma
Tina Rodousakis, subdirectora de Cabildeo para CRS, dijo que hay muchos temas importantes a abordar, pero que durante el 2016 han acordado dar prioridad a los anteriores tres, mediante campañas en la opinión pública y cabildeo ante el Congreso de los Estados Unidos.
En el tema de Cambio Climático, CRS seguirá poniendo especial énfasis en la Encíclica de Medio Ambiente, Laudato Sí, del Papa Francisco, así como en la implementación del Acuerdo de París, alcanzado en diciembre pasado tras la Conferencia de París en la que participaron casi todas las naciones del mundo para abordar la problemática del medio ambiente. Uno de los acuerdos emanados de ese evento fue que los países se comprometieron a la reducción de emisión de gases para evitar la contaminación.
“En el tema de tráfico de personas ambos partidos (Demócratas y Republicanos) están poniendo gran énfasis, especialmente en Latinoamérica. Una coalición de organismos estamos trabajando con el poder Legislativo en una iniciativa de Ley que obligaría a las compañías a informar su cadena de suministros para detectar que no haya gente trabajando en situaciones de esclavitud”, agregó, “en el próximo par de años trabajaremos en dos frentes: conseguir mayores fondos para este tema y haciendo cambios para reducir el tráfico humano”.
En lo que concierne a la crisis de Refugiados en Siria/inmigración hispana, Rodousakis dijo que CRS continúa con su perspectiva de largo plazo de invertir en ciertos países para evitar que su población se vea en la necesidad de emigrar. CRS ha solicitado a Estados Unidos recibir a refugiados sirios que han huido de su país víctimas de problemas económicos y sobre todo por la violencia de grupos extremistas.
En Latinoamérica los ojos están puestos en los tres países que conforman el llamado Triángulo Norte: Honduras, El Salvador y Guatemala. De acuerdo con un documento oficial preparado por esas naciones, más de 100,000 personas de esa región emigran anualmente a Estados Unidos y casi el 60% de los que residen en este país se encontraba en estatus migratorio irregular en el 2012.
Este fenómeno migratorio cobró especial relevancia en el 2014 tras el incremento significativo en el flujo de menores de edad no acompañados que arribaron irregularmente y sin el acompañamiento de un adulto a los Estados Unidos. Hasta el 31 de agosto del 2014 unos 50,303 niños procedentes de esos tres países fueron detenidos en la frontera de los Estados Unidos, superando en más de 15 veces la cifra del 2009, de acuerdo con dicho documento. Estados Unidos reaccionó ante esta problemática creando la Alianza para la Prosperidad.
Invertir en desarrollo, una solución al conflicto migratorio
“La única forma de enfrentar este tema es invirtiendo en desarrollo para que la gente tenga la oportunidad de quedarse en sus comunidades y que pueda sobrevivir. El programa Alianza para la Prosperidad (Alliance for Prosperity) se creó con ese propósito”, agregó Rodousakis, “Entonces en el largo plazo CRS trabaja desde hace tiempo con programas en esa región, pero a corto plazo CRS seguirá con su postura en favor de legalizar a los inmigrantes que ya se encuentran en Estados Unidos y de solicitar que se suspendan las deportaciones masivas”.
Hace unos días, Estados Unidos anunció que para el Año Fiscal 2016 la Alianza para Prosperidad recibió en general $750 millones de dólares, algo menor al billón solicitado por la Administracion del Presidente Barack Obama. De ese total, la asistencia se duplicó para los tres países del Triángulo Norte. Guatemala recibirá $112 millones ($57 millones más que en 2015); Honduras recibirá $93 millones ($44.3 millones más que en 2015) y El Salvador, $65 millones ($25 millones más que en 2015). CRS aplicará para recibir una partida de ese presupuesto aprobado y de ser concedido, lo aplicará a sus programas ya implementados en esa región.
En Honduras, CRS cuenta con el programa Alimentos para la Educación (Food for Education, en inglés), donde en coordinación con la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), proporciona alimentos a los niños en edad escolar, con lo que han reducido la deserción escolar y la desnutrición.
En El Salvador CRS tiene el programa Jóvenes Constructores (Youth Builders, en inglés), que trabaja con unos 3,000 jóvenes entre 16 y 25 años que han abandonado la escuela, carecen de trabajo y radican en comunidades violentas. El programa los capacita en diferentes disciplinas para que ingresen al mercado laboral. Uno de los resultados es que casi 60% de los graduados del entrenamiento han encontrado trabajo y 474 de ellos se han convertido en microempresarios.
“Necesitamos seguir trabajando en esa región en resoluciones pacíficas para la violencia, abordando el tema de las pandillas y trabajando con la sociedad civil”, agregó Rodousakis.
De recibir partidas del presupuesto recién aprobado en el gobierno de Estados Unidos, CRS también lo dispondría para Respuesta de Emergencia, en caso de que algunos países experimenten desastres naturales tales como huracanes, tornados e inundaciones. En Cambio Climático CRS trabaja en Latinoamérica con países como Nicaragua, donde debido a las altas temperaturas muchos cultivadores de café y cacao han tenido que emigrar hacia otros cultivos. CRS posee programas que capacita a estos agricultores durante esa transición.
Jacqueline Lerma es coordinadora digital de CRS para la comunidad hispana. Su sede está en Baltimore, Maryland y su email es [email protected]