En Niger, una niña recibió mosquiteros tratados con insecticida de larga duración para ayudar a prevenir la malaria. Foto de Michael Stulman / CRS
En general, las noticias son buenas. Con una mayor atención en todo el mundo centrada en esta enfermedad, la tasa de mortalidad por malaria ha disminuido en casi un 30% desde 2010 y en un 35% en niños menores de 5 años. La distribución generalizada y el uso adecuado de mosquiteros es una razón importante por la que la malaria ha disminuido.
Pero reducir la malaria no es suficiente. La erradicación es el objetivo y una posibilidad real. La razón es porque la malaria no se origina en los mosquitos: los mosquitos recogen el parásito de una persona que tiene la enfermedad y lo transmite a otra persona. Si interrumpimos ese ciclo de transmisión, como lo hace la mayoría de las naciones industrializadas, la malaria desaparecerá.
Y una nueva intervención aún más efectiva está en el horizonte. En Gambia, Guinea, Malí y Níger, CRS proporciona medicamentos antipalúdicos a niños de 3 meses a 5 años durante la temporada de lluvias, cuando los mosquitos se vuelven más abundantes. Estos niños pequeños tienen mayor riesgo de padecer enfermedades graves y la muerte por malaria, por lo que reciben antimaláricos una vez al mes durante los 3 a 4 meses de cada año cuando el riesgo es mayor.
La Organización Mundial de la Salud estima que el tratamiento estacional puede prevenir el 75% de las muertes por malaria. Eso significa que este programa de CRS salvará decenas de miles de vidas mientras allana el camino hacia la eliminación de la malaria de una vez por todas.