Degradación del medio ambiente amenaza el café de Centroamérica

Foto por Oscar Leiva/Silverlight para CRS

Degradación del medio ambiente amenaza el café de Centroamérica

Foto por Oscar Leiva/Silverlight para CRS

Centroamérica se destaca como una de las principales regiones productoras de café a nivel mundial, aportando el 10% de la producción global. En la región, el cultivo de café es de vital importancia, ya que representa el sustento de casi una cuarta parte de la población, incluyendo a hogares de bajos ingresos que cubren sus necesidades alimentarias gracias a la producción de café.

Además de ser un importante reglón de la economía centroamericana, también tiene un significativo impacto en el medio ambiente, especialmente en la conservación del agua y la biodiversidad. Los bosques cafetaleros de Centroamérica son la fuente del agua que consumen más de 9 millones de personas y coinciden con áreas de gran importancia para la conservación de la fauna y la flora.

Sin embargo, la degradación ambiental y el cambio climático han puesto en riesgo la producción de café, amenazando los medios de vida de miles de familias y creando una espiral de pobreza en las comunidades rurales, que ya no logran obtener las cosechas que tenían antes. Según la Organización Internacional del Café (OIC), el 60% de las especies de café en el mundo están en peligro de extinción debido al cambio climático.

¿Cómo afecta el cambio climático a la producción de café?

El incremento de las temperaturas y un clima cada vez menos predecible están poniendo en riesgo la producción de alimentos en la región. El café es uno de los cultivos más vulnerables a esta crisis, lo cual ha resultado en una significativa caída en su calidad y producción, poniendo en riesgo el sustento de las familias rurales.

75 de las 124 especies de café en el mundo están en peligro de extinción por el cambio climático.

Las temperaturas extremas y las sequías generadas por el cambio climático están marchitando el grano de café y secando sus árboles. Adicionalmente, las altas temperaturas y los cambios en los patrones de lluvia han incrementado la incidencia de enfermedades que atacan los cultivos, tales como la roya y la broca.

El cambio climático mostró su potencial destructor en Centroamérica con la infestación del hongo de la roya entre los años 2012 y 2013, el cual se dispersó en la región a una velocidad sin precedentes, arrasando con cerca de 500 mil hectáreas de cultivo y más de 260 mil empleos.

planta de café infectada de hongos producto del cambio climático
Cultivo de café arábica afectado por el hongo Mycena Citricolor, o mejor conocido como Ojo de Gallo. Foto por Oscar Leiva/Silverlight para CRS.

Las variedades locales eran muy susceptibles a la roya y el fenómeno se convirtió en una catástrofe debido al incremento de las temperaturas y la humedad en las zonas de cultivo. Los caficultores de la región aún hoy se están recuperando de esta crisis.

Adicionalmente, el cambio climático también ha afectado la maduración uniforme de los granos en las plantas, lo cual dificulta su recolección, impacta la calidad del café (por no alcanzar su maduración óptima) y su posterior valor en el mercado.

¿Qué impacto tiene la degradación del medio ambiente en los cultivos?

Además de la desafiante crisis climática, los bosques cafetaleros también enfrentan la amenaza de que el 70% de las tierras cultivables de Centroamérica están degradadas. Las prácticas agrícolas tradicionales que mantienen los suelos sin cobertura orgánica, la deforestación, la quema del rastrojo y el uso inapropiado de fertilizantes han dejado a estas tierras sin capacidad para retener la humedad y los nutrientes necesarios para el cultivo del café.

La falta de nutrientes en las plantas afecta su productividad y motiva a los agricultores a aumentar las dosis de fertilizantes, lo cual es una práctica inapropiada porque altera el pH del suelo y su fertilidad.

caficultores limpiando el café
Otilio Sánchez y su hijo Melvin, caficultores de Madriz, Nicaragua, limpian los granos de café que sobrevivieron de su cosecha afectada por la roya, lo que afectó gravemente sus ingresos. Foto por Oscar Leiva/Silverlight para CRS.

Desafíos adicionales en el horizonte

A los desafíos ambientales de Centroamérica se suman el alto costo de los insumos agrícolas y el bajo precio internacional del café.

Los conflictos internacionales y la inflación de los últimos años han elevado los costos de los insumos agrícolas y los fertilizantes, por lo cual los productores de café están aplicando menores cantidades a sus cultivos. Esta reducción del uso de insumos afecta la producción y la robustez de las plantas, que, como consecuencia, se vuelven cada vez más vulnerables a las enfermedades.

También se ha presentado una disminución de la demanda global de café la cual provocó una caída significativa en su precio internacional, impactando económicamente a los caficultores. Los conflictos globales han sido también una causa de este fenómeno, ya que han afectado la cadena de suministros y la disponibilidad de las compañías navieras para garantizar el comercio global.

barista haciendo un cafe especial
Álvaro Romero, joven salvadoreño de 26 años, encontró su pasión por el café en la Escuela RENACER, una iniciativa de CRS y COMAR que capacita a caficultores en prácticas agrícolas sostenibles. Tras su formación, Álvaro se convirtió en un experto barista y ahora es dueño de su propia cafetería. Foto por Oscar Leiva/Silverlight.

¿Qué importancia tiene el café para el medio ambiente?

En Centroamérica, las fincas de café y sus bosques de sombra se sitúan en zonas estratégicas de recarga hídrica, como ríos y arroyos. La desaparición del café podría ocasionar escasez de agua, lo que constituiría una amenaza para la subsistencia de las poblaciones que habitan en estas áreas.

El agua que beben 9 millones de centroamericanos depende de los bosques de café.

Al mismo tiempo, la ubicación de los cultivos de café cerca de las fuentes de agua puede representar un riesgo ambiental. Los métodos convencionales para lavar el café en los beneficios son dañinos para las fuentes de agua. Estas prácticas suelen utilizar grandes cantidades del preciado líquido y las aguas mieles que quedan después del lavado del café termina contaminando ríos y arroyos.

También las pulpas que resulta de su procesamiento son altamente contaminantes, ya que emiten gas metano, el cual contribuye al calentamiento. De ahí que sea fundamental que los caficultores utilicen prácticas sostenibles de producción de café que protejan los recursos naturales.

¿Qué está haciendo Catholic Relief Services para apoyar a los caficultores afectados por el cambio climático?

La iniciativa de Cosecha Azul de CRS apoya a los caficultores en El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua para que adopten prácticas sostenibles de producción de café que protegen el medio ambiente y facilitan la adaptación de los cultivos al cambio climático.

Además, abogamos por el uso eficiente del agua durante el procesamiento del café para minimizar su consumo y prevenir la contaminación de ríos y arroyos, lo cual ha mejorado el acceso al agua de 250 000 personas.

También incentivamos la reutilización de la pulpa de café para producir compost y su aplicación como fertilizante en las mismas plantaciones. Promovemos la diversificación de cultivos con el objetivo de ampliar el acceso a alimentos e incrementar los ingresos de los pequeños productores.

agricultor limpiando los granos de cafe
Como caficultor en Honduras, Wilfredo Sánchez ha enfrentado diversos desafíos. Sin embargo, al unirse a Cosecha Azul de CRS, él ha aprendido de fertilizantes órganicos y un uso eficiente del agua, lo que lo ha llevado a estabilizar su producción. Foto por Jim Stipe/CRS.

En los cultivos ubicados en zonas de recarga de las fuentes de agua críticas para el consumo de las comunidades rurales, fomentamos prácticas para su protección y conservación, vinculando a agricultores, cooperativas, comités comunitarios de agua y gobierno local.

A través de Cosecha Azul también ayudamos a los caficultores a mejorar el rendimiento de sus cultivos y la calidad de su café, y a conectarse con mercados dispuestos a pagar mejor por cosechas que son producidas protegiendo los recursos naturales.

Actualmente, 5,500 productores de café de Centroamérica implementan las prácticas Cosecha Azul de conservación del suelo y el agua, y procesamiento sostenible del café, y más de 110 mil hectáreas de zonas de recarga hídrica han sido protegidas a través de esta iniciativa.

¿Cómo puedes ayudar desde Estados Unidos?

Si deseas apoyar a los caficultores afectados por la crisis climática en Centroamérica, puedes realizar una donación a CRS. Los aportes de nuestros donantes nos permiten continuar ampliando el alcance de nuestros programas de agricultura, que ayudan a los caficultores a adaptarse al cambio climático.

También puedes escribir a tu congresista para que asegure recursos para los programas de ayuda internacional y para el desarrollo, que apoyan a las comunidades a adaptarse al cambio climático y mitigar sus impactos.

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