Cuando llega el verano, nuestros hijos anhelan adentrarse a un mundo lleno de aventuras y experiencias inolvidables. También es una época en la que nuestros pequeños pasan más tiempo en casa, lo cual se convierte en una oportunidad maravillosa para que los padres organicen actividades para niños, que logren fortalecer su fe y sus valores.
En su Carta Apostólica sobre el Amor en la Familia Amoris Laetitia, el Papa Francisco nos invita continuamente a reflexionar sobre la calidad de tiempo que brindamos a nuestros hijos y la importancia de que la familia continúe siendo para ellos un lugar de apoyo, compañía y orientación.
Para lograrlo, es necesario que los padres sean también guías de su tiempo libre y que reinventen las actividades familiares con métodos y recursos que, además de fortalecer sus relaciones con ellos, estimulen la sensibilidad de los niños frente a la hermosura de la fe y la grandeza del amor de Dios.
A continuación, te presentamos algunas actividades que puedes disfrutar con tus hijos, durante los cálidos días del verano. Además de brindarles entretenimiento, te ayudarán a promover los valores católicos en ellos:
1. Excursión a un destino ecológico
Cuando enseñamos a nuestros niños a conectarse con la creación de Dios, ellos aprenden a reconocer la grandeza de su obra. Una gran manera de cultivar esta conexión es realizando visitas o excursiones a parques o reservas naturales.
Mientras realizas la visita, puedes hablar a tus hijos sobre la importancia de cuidar nuestro planeta y todas sus especies, y recordarles que todas las criaturas creadas por Dios tienen un valor y un rol para mantener la vida de nuestra casa común. Te recomendamos visitar la página del Servicio de Parques Nacionales o explorar los principales parques de tu condado para elegir tu favorito.
2. Cocinar recetas en familia
Elaborar recetas sencillas y divertidas con los niños crea un vínculo especial entre padres e hijos. Estas actividades culinarias en familia no solo nos unen, sino que también nos brindan momentos de alegría y diversión.
Esta dinámica fortalece la comprensión de los niños sobre procesos, estimula su autoconfianza y fomenta habilidades de organización y paciencia. Recuerda que en YouTube se pueden encontrar tutoriales atractivos para preparar recetas de galletas, pizza, muffins, cupcakes o limonadas, perfectas para involucrar a los niños en la cocina.
3. Aprender a rezar con el libro para colorear de CRS
En Amoris Laetitia, el Papa Francisco nos recuerda que la educación de los hijos debe estar marcada por la transmisión de la fe y que el hogar debe ser el primer lugar donde los niños aprenden a orar y servir a los demás.
El libro para aprender a rezar y colorear de CRS es una herramienta valiosa para enseñar a nuestros hijos a rezar y conocer las oraciones más representativas de nuestra Iglesia. A través de sus dibujos, los niños desarrollan sus habilidades artísticas y por medio de las oraciones, descubren la importancia de la fe.
4. Obras de caridad en familia
Dedicar tiempo durante el verano para realizar una obra de caridad con tus hijos te ayudará a fomentar en ellos el valor de la solidaridad y ayudarles a comprender mejor el mandamiento que Jesús nos dejó: “amar al prójimo como a uno mismo“.
Puedes organizar junto a ellos una recaudación de fondos por las personas más vulnerables al hambre y el cambio climático en el mundo y hacer la donación de estos recursos a CRS.
En familia, pueden establecer una meta de recaudación y contactar a familiares y amigos para realizar la colecta. La Guía de Recaudación de Fondos de CRS puede ayudarte a realizar exitosamente la actividad.
5. Día de jardinería
Enseñar a los niños a sembrar y cuidar plantas es una forma efectiva de sensibilizarlos sobre la importancia de proteger nuestro planeta y de cambiar ciertos hábitos de consumo, como nos invita el Papa Francisco en su encíclica Laudato Si’.
En el proceso, se puede educar a los niños de manera sencilla acerca del cambio climático y sus efectos. Se les puede enseñar cómo pequeñas acciones, como sembrar plantas y árboles, pueden ayudar a contrarrestar el calentamiento global. Además, se puede compartir información sobre otras prácticas ecológicas que toda la familia puede implementar en el hogar para cuidar nuestro planeta.
6. Escribir un cuento ilustrado sobre cómo ayudar a otros
El Papa Francisco destaca la importancia de adaptar la educación en la fe a cada hijo, reconociendo que los niños necesitan símbolos, gestos y narraciones. Invitarlos a escribir un cuento ilustrado sobre cómo ayudar a los demás, pueden cultivar valores como la empatía, la compasión y la generosidad, a través de una actividad creativa que todos los niños suelen disfrutar.
Estas actividades son solo una muestra de las innumerables oportunidades que nos brinda el verano para crear momentos enriquecedores que fortalezcan nuestros lazos familiares y a su vez eduquen a nuestros hijos con los valores que los ayudarán a ser buenos hermanos.
Aprendamos a ver el tiempo de ocio como un regalo divino para que la fe y el amor de Dios se haga presente en cada actividad que compartamos. De esta forma, convertiremos el verano en una época de bendición y crecimiento espiritual invaluable para nuestra familia.