¿Cómo afecta el cambio climático a la región?
El cambio climático tiene un impacto significativo en Centroamérica y está empeorando muchos de los desafíos existentes en la región, como la pobreza, la inseguridad alimentaria y la degradación ambiental, especialmente en la zona del Corredor Seco centroamericano.
Conoce más sobre la crisis climática de Centroamérica
Siete impactos del cambio climático en la región
Situación del Corredor Seco centroamericano
Siete impactos del cambio climático en Centroamérica
1. Reducción de lluvias y temperaturas más altas
Se espera una reducción significativa de las lluvias que pondrá en crisis tanto a la agricultura, como el acceso al agua potable. La temperatura en la región ha incrementado en más de 1.2 grados centígrados, por lo cual hay una mayor demanda de agua.
Esta situación tiende a empeorar con el incremento de las temperaturas máximas y mínimas y del número de días con temperaturas por encima de los 40 grados centígrados. Las noches también serán más calientes.
2. Eventos climáticos extremos
En Centroamérica, el cambio climático está aumentando la frecuencia y severidad de los eventos climáticos extremos como huracanes, inundaciones y sequías. La severidad de estos eventos tiene un impacto directo en la seguridad alimentaria, porque destruyen las cosechas y las tierras agrícolas pueden dañarse irreparablemente.
3. Patrones climáticos impredecibles y sequías
Centroamérica depende en gran medida de la agricultura de subsistencia. Los patrones climáticos impredecibles y las sequías prolongadas, exacerbadas por el cambio climático, harán más difícil el cultivo de alimentos básicos como el maíz y los frijoles.
Como consecuencia, la seguridad alimentaria de la región y el sustento de las comunidades rurales se verán amenazados.
4. Desplazamiento de personas y conflictos sociales
Los desastres naturales y la inseguridad alimentaria están generando desplazamiento de personas, tanto dentro de los países, como hacia afuera de la región, principalmente hacia Estados Unidos.
La escasez de agua y el aumento de su precio va a dar lugar a conflictos sociales y va a afectar especialmente a la población más pobre y vulnerable.
5. Biodiversidad en riesgo
Centroamérica es una región con alta biodiversidad, que cuenta con muchas especies de plantas y animales propias de la región. El cambio climático amenaza esta biodiversidad al alterar los ecosistemas y al hacer que ciertos hábitats se vuelvan inadecuados para las especies que actualmente viven allí.
6. Impactos sobre la salud
La crisis climática también puede tener impactos en la salud pública. Por ejemplo, el aumento de las temperaturas puede causar el incremento de enfermedades transmitidas por vectores (mosquitos), tales como el dengue y el Zika.
7. Impactos en la economía
Todos los impactos del cambio climático mencionados anteriormente tendrán consecuencias en la economía: los gobiernos deben gastar más recursos para responder a los desastres naturales; las personas pierden sus medios de vida y la inseguridad que se genera puede desalentar la inversión.
Para mitigar estos efectos, es necesario un enfoque de adaptación al cambio climático, que incluya la diversificación de la economía, la implementación de técnicas para una agricultura resistente al clima y el mejoramiento de la infraestructura para sobrellevar mejor los desastres naturales.
¿Qué es el Corredor Seco?
El Corredor Seco centroamericano es una región conocida por sus prolongados períodos de sequía y patrones climáticos impredecibles. Se extiende desde el sur de México a través de Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y llega hasta Costa Rica.
Esta región experimenta una temporada de lluvias corta e irregular y una larga temporada seca. El cambio climático ha exacerbado todas estas condiciones, haciendo de ésta una zona altamente vulnerable a eventos climáticos extremos como sequías prolongadas e inundaciones.
El Corredor Seco es el hogar de muchas comunidades rurales empobrecidas, que viven de la agricultura de subsistencia, siendo el maíz y el fríjol los cultivos más importantes.
¿Cuál es la situación del Corredor Seco?
La situación del Corredor Seco es crítica y pone en riesgo la vida de miles de personas. El clima impredecible y los eventos climáticos extremos han hecho más difícil la agricultura y contribuyen a la inseguridad alimentaria y la desnutrición:
- Aproximadamente 500 000 personas sufren de inseguridad alimentaria severa y se estima que 1,5 millones la padecen de forma moderada, especialmente en Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua.
- El 65% de los hogares del Corredor Seco no cuentan con reservas de alimentos. Para sobrevivir, han optado por migrar hacia zonas urbanas, reducir las porciones y frecuencia del consumo de comida, adquirir alimentos más económicos y menos variados, vender sus cabezas de ganado y recurrir al endeudamiento.
- La sequía constante en el Corredor Seco ha disminuido el abastecimiento de agua en la región, lo cual hace imposible tener una higiene adecuada. La falta de saneamiento básico puede generar enfermedades como problemas digestivos y desnutrición severa.
- Muchas personas de esta zona se ven obligadas a emigrar, debido a la falta de oportunidades económicas, frecuentemente hacia zonas más prósperas de Centroamérica o hacia los Estados Unidos.
¿Cuáles son las poblaciones más afectadas?
La crisis climática tiene un impacto desproporcionado en ciertas poblaciones del Corredor Seco. Estos grupos carecen de los recursos y apoyo necesarios para adaptarse:
Comunidades rurales
Las comunidades rurales suelen tener menos acceso a servicios básicos como agua segura, atención médica y educación. Además, estas comunidades suelen depender de la agricultura para su sustento, lo que las hace más vulnerables al cambio climático.
Agricultores de subsistencia
Los agricultores de subsistencia dependen de cultivos como el maíz y los frijoles para alimentar a sus familias y generar ingresos. Sin embargo, las sequías prolongadas y las lluvias impredecibles están haciendo cada vez más difícil el cultivo de estos alimentos básicos.
Poblaciones indígenas
Las poblaciones indígenas a menudo viven marginadas y enfrentan retos como la discriminación y la falta de acceso a servicios básicos. Esto las hace especialmente vulnerables al cambio climático.
Mujeres
Las mujeres suelen tener la responsabilidad de recolectar agua y alimentos para sus familias. Cuando el cambio climático dificulta estas tareas, las mujeres suelen tener que trabajar más duro para garantizar la supervivencia familiar. Además, las mujeres a menudo tienen menos acceso a educación y recursos económicos, lo que puede limitar su capacidad para adaptarse al cambio climático.
Niños y ancianos
Los niños y los ancianos son especialmente vulnerables a los efectos de la crisis climática. Los niños pueden sufrir desnutrición y enfermedades cuando las familias no pueden cultivar suficientes alimentos. Los ancianos pueden ser más vulnerables a enfermedades relacionadas con el calor o a las que se transmiten por el agua.
Amenaza la producción de alimentos
El cambio climático tiene un impacto profundo en la actividad agrícola y, por tanto, afectar la seguridad alimentaria de la región. Las lluvias más intensas durante la temporada húmeda y las sequías más severas en la temporada seca pueden amenazar la producción de alimentos.
Destruye los cultivos y la infraestructura agrícola
Los eventos climáticos extremos, como los huracanes, destruyen los cultivos y la infraestructura agrícola, y son especialmente devastadores cuando ocurren en época de cosecha.
Incrementa plagas y enfermedades
El cambio climático puede cambiar la distribución y la severidad de las plagas y las enfermedades que afectan la agricultura. El calor y la humedad pueden favorecer la propagación de plagas y enfermedades.
Empobrece a los agricultores y encarece los alimentos
El cambio climático genera la disminución de la producción agrícola. Esto impacta los ingresos de las familias agricultoras y genera el aumento de los precios de los alimentos, lo que afecta el acceso de las personas a suficiente alimentación.
El cambio climático puede amenazar varios cultivos importantes en Centroamérica, muchos de ellos son fundamentales para la economía de la región o son parte de la dieta básica de su población.
El café, el maíz, el fríjol, el plátano y el banano, el cacao y el arroz están en riesgo debido al incremento de la temperatura, las sequías prolongadas, la escasez de agua y los desastres naturales.
El cambio climático es un desafío global y complejo que requiere esfuerzos concertados en múltiples frentes. En el caso de Centroamérica, hay varias estrategias que pueden ayudar a la región a adaptarse a la crisis climática y aliviar sus efectos:
Reducir las emisiones de gases
Es posible mitigar el cambio climático reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero. Esto puede lograrse a través de la adopción de energías renovables, el mejoramiento de la eficiencia energética, la protección y la restauración de los suelos y los bosques, y la adopción de prácticas agrícolas más sostenibles.
Adaptarse al cambio climático
Adaptarse al cambio climático significa tomar medidas para hacer frente a sus efectos. Puede incluir la construcción de infraestructuras resilientes al clima, la mejora de los sistemas de alerta temprana para desastres naturales, la implementación de prácticas agrícolas resistentes al clima y el desarrollo de planes de gestión del agua.
Investigar y monitorear el clima
La recopilación y el análisis de datos climáticos ayuda a los países a comprender mejor los riesgos que enfrentan y a planificar en consecuencia.
Adoptar políticas y estrategias de desarrollo sostenible
Los países pueden reducir su vulnerabilidad al cambio climático al abordar retos como la pobreza, la desigualdad, la degradación del medio ambiente, el acceso al agua y la inseguridad alimentaria, entre otros.
Cooperación regional e internacional
La cooperación regional e internacional puede ser clave para abordar el cambio climático, ya que es un problema global que no respeta fronteras nacionales. La cooperación puede implicar compartir información y mejores prácticas, brindar asistencia financiera y técnica, y trabajar conjuntamente para abordar los desafíos compartidos.
La comunidad científica internacional coincide en que todavía podemos evitar los peores efectos del cambio climático si actuamos con rapidez y decisión.
Es crucial que tomemos medidas ahora para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y nos preparemos para los cambios que ya son inevitables.
En Centroamérica, Catholic Relief Services (CRS) trabaja con los pequeños agricultores para facilitar la adopción de prácticas de agricultura sostenible, que les ayude a adaptarse al cambio climático.
A través del programa Agua y Suelo para la Agricultura (ASA), facilitamos el acceso de más de 250 mil agricultores de Centroamérica y México a prácticas de restauración del suelo y protección del agua, que les permite tener cultivos resilientes a los eventos climáticos extremos, mejorar su producción y, por tanto, sus ingresos.
¿Cómo puedes ayudar?
Tú puedes ayudar a que las comunidades más afectadas por la crisis climática de Centroamérica puedan adaptarse y prosperar.
Firma una petición al Congreso de Estados Unidos exigiendo que brinde una financiación sólida a la ayuda internacional y para el desarrollo que apoya a las comunidades más afectadas por el cambio climático.
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