WASHINGTON, D.C., 11 de junio de 2019 – Catholic Relief Services (CRS) aplaude la aprobación en la Cámara de Representantes de la ley American Dream and Promise Act del 2019 (HR 6), una legislación que proporcionaría un camino hacia la ciudadanía para los Dreamers que califican, y beneficiarios del Estatus de Protección Temporal (TPS, por su sigla en inglés) y Salida Obligatoria Diferida (DED, por su sigla en inglés).
“Aplaudimos a la Cámara de Representantes por proporcionar un camino a la ciudadanía para estas personas, incluidos los titulares de Estatus de Protección Temporal (TPS) que no pueden regresar a sus hogares debido a desastres naturales, conflictos u otras condiciones extraordinarias”, dijo Sean Callahan, presidente ejecutivo de CRS. “Hasta 400,000 titulares de TPS viven con incertidumbre sobre su futuro, mientras que contribuyen a sus comunidades. Instamos al Senado a que adopte esta legislación”.
“Sin la protección permanente, los beneficiarios de TPS de países como El Salvador, Honduras y Haití podrían ser deportados a sus países de origen, que están abrumados por las consecuencias de los desastres naturales, la violencia de las pandillas, el alto desempleo y la inseguridad alimentaria”, continuó Callahan.
“CRS y la Iglesia Católica en Centroamérica han documentado que los gobiernos y las comunidades allí no pueden atender el retorno seguro y la reintegración de estas personas”, continuó Callahan. “Además, nuestras décadas de experiencia en la implementación de programas para jóvenes en riesgo, agricultores de subsistencia y familias pobres y vulnerables nos dicen que la afluencia de tantas personas podría provocar una inestabilidad catastrófica a estos países. Las condiciones actuales suponen una amenaza para la seguridad de las personas y las oportunidades económicas. Sería inhumano e insostenible cancelar las protecciones. Deberíamos ponerlos en un camino firme hacia la ciudadanía estadounidense”.
Aproximadamente 300,000 a 400,000 personas viven en los Estados Unidos con TPS. Cerca de 195,000 son salvadoreños, 57,000 hondureños y 46,000 haitianos.
