Agua y Agricultura

Agua y Agricultura

Que hacemos

El agua es necesaria para la agricultura. Una mejor gestión del agua permite a las comunidades mantener o incluso mejorar la cantidad y calidad de sus fuentes de agua, lo que significa mayores cosechas y animales más sanos. En el sector de desarrollo, la agricultura y el agua han sido tradicionalmente vistas como áreas separadas de intervención. Sin embargo, las actividades de agua y agricultura son cada vez más interdependientes. Los cambios en los patrones climáticos amenazan la agricultura de secano, mientras que la desertificación afecta negativamente la producción agrícola en las zonas semiáridas vulnerables. La escorrentía agrícola, el uso del ganado y otras contaminaciones disminuyen la calidad del agua. A su vez, las enfermedades transmitidas por el agua, la falta de higiene y el saneamiento inadecuado disminuyen la productividad de los hogares basados ​​en la agricultura. Los conflictos por el agua y otros recursos naturales están afectando cada vez más a las poblaciones basadas en la agricultura.

CRS está abordando esas preocupaciones trabajando para integrar mejor las cuestiones relacionadas con el agua en las actividades agrícolas y medioambientales.


Cómo lo hacemos

  • Programas ambientalmente sostenibles: nuestro trabajo enfatiza las actividades que contribuyen a los medios de vida de los beneficiarios a la vez que toman en cuenta el medio ambiente. Promovemos una programación holística basada en cuencas.
  • Educación y preparación: trabajamos con las comunidades para mostrar los múltiples usos del agua para fines domésticos (bebida, cocina, saneamiento, higiene personal, limpieza del hogar) y productivos (irrigación, ganado, estanques de peces, pequeñas industrias). Intentamos reducir los riesgos de emergencias ambientales y causadas por el hombre a través de programas de agua, saneamiento e higiene.
  • Enfatizar los vínculos con la agro-empresa y la comunidad: demostramos que la gestión comunitaria integral de los recursos hídricos es clave. Con un buen uso del agua, aumenta el acceso de los hogares a la nutrición, el uso adecuado del agua potable y más productos agrícolas. Cuando los agricultores aumentan la producción, los grupos de agricultores se organizan, innovan y compiten en los mercados. Además, la gestión del agua y los recursos naturales permite a las comunidades prepararse, mitigar y enfrentar los desastres.