Diariamente nos enfrentamos a distintas situaciones difíciles, problemas familiares, problemas económicos, enfermedades… Nos llenamos de ansiedades y nos preocupamos por el futuro pues no sabemos qué va a pasar al tiempo que nos preguntamos si podremos salir adelante en medio de nuestro sufrimiento.
De pronto la vida pareciera ser dura y difícil, pero en esos momentos es cuando más debemos poner nuestros ojos en Dios. Jesús repitió muchas veces a sus discípulos y creyentes: No tengan miedo, lo que significa “No dejen que el miedo les dirija”. ¿Por qué tenemos miedo? porque no terminamos de creer que Dios tiene planes para nosotros y el mundo. También porque olvidamos los milagros que Dios ha hecho en nuestras vidas.
Hoy, dejemos el miedo atrás y pongamos nuestra fe en Dios, Señor en ti confío. Estamos llamados en este mundo a vivir en alegría a pesar de los momentos difíciles. Estamos invitados a darle la cara al amor y saber que somos hijos amados de Dios y que debemos actuar como tal. Dios nos pide dar amor a nuestro prójimo y a los que pueden estar pasando momentos de gran dolor y necesidad.
Oremos juntos:

Dios mío, te pido de corazón poder aumentar mi confianza en Ti. Sé que, como ser humano, mi fe flaquea y me dejo llevar por mis problemas. Por eso te pido, Dios, que hoy sea tu voluntad y no la mía, que sean tus tiempos y no los míos, y que sean tus planes y no los míos. Pongo mi vida en tus manos Señor, hoy quiero confiarte todo mi ser. Amén
No olvides que puedes dar un regalo especial a alguien que está pasando momentos difíciles y que quizás no tiene que comer o donde dormir… ayúdalo a que pueda sentir esperanza. Haz una donación que cambie vidas.