PUERTO PRÍNCIPE, HAITÍ, 15 de agosto de 2021 – Catholic Relief Services (CRS) está enviando equipos para brindar agua potable, saneamiento básico, refugio y suministros de emergencia en respuesta a la población afectada por el terremoto que sacudió el sur de Haití el sábado por la mañana. Aún se está determinando la gravedad de los daños y a pesar de que las comunicaciones se han caído en parte del país, ya se han reportado cientos de muertes, así como severas afectaciones en edificios y viviendas.
“Es muy posible que Haití necesite más ayuda que nunca”, dijo Akim Kikonda, representante de país de CRS en Haití. “Antes del terremoto, la gente aquí ya estaba luchando para sobrevivir. La zona se estaba recuperando lentamente de la devastación causada por el huracán Matthew en 2016, sin embargo, la sequía y dos tormentas tropicales recientes han destruido en gran medida los pocos medios de vida que la gente había podido restaurar. Después del terremoto del sábado, todo va a empeorar”.
El personal de CRS en Los Cayos (Les Cayes, por su nombre en francés), la tercera ciudad más grande de Haití y una de las más afectadas, reporta daños generalizados en edificios y viviendas. Los hospitales de la zona se han visto sobrepasados en su capacidad y obligados a rechazar a personas que necesitan atención médica. La carretera principal que conecta a Los Cayos con la ciudad de Jérémie está intransitable, debido a deslizamientos de tierra y grietas en la carretera.
“Está claro para nosotros que hay muchas personas que han perdido sus hogares y necesitan urgentemente un lugar seguro para quedarse y también comida”, dijo Kikonda. “El agua y los suministros básicos de higiene, como el jabón, serán esenciales para mantener bajo control la propagación del COVID-19 y prevenir la aparición de enfermedades transmitidas por el agua como el cólera”.
El personal de campo de CRS está identificando necesidades críticas y coordinando la entrega de suministros vitales. Con base en experiencias anteriores de CRS en la entrega de ayuda durante desastres naturales, lonas, mantas, equipo médico, alimentos y otros suministros de emergencia serán fundamentales durante los próximos días.
El terremoto de ayer llegó inmediatamente después de varias crisis consecutivas, incluida la batalla en curso contra el COVID-19, la inestabilidad política y económica, y el aumento del hambre y violencia de las pandillas. Ahora, la tormenta tropical Grace se dirige hacia Haití, con una llegada a tierra proyectada para el martes, que podría afectar las mismas zonas azotadas por el terremoto.
“Los haitianos son muy resilientes”, dijo Kikonda. “Cada vez que sucede algo aquí, me impresiona la forma en que se mantienen firmes y enfrentan el desafío con tanta dignidad, pero este terremoto los pondrá a prueba, y el mundo solidarizarse con ellos y ayudarlos a sobrevivir esta situación”.
En 2010, Haití sufrió una situación similar cuando se produjo un terremoto de magnitud 7.0 en las afueras de la capital del país, Puerto Príncipe. Más de 300,000 personas murieron y otros 1.3 millones quedaron sin hogar.
