BALTIMORE, MARYLAND, 13 de diciembre de 2023 – Catholic Relief Services (CRS), la agencia de ayuda internacional de los obispos católicos de Estados Unidos, emitió la siguiente declaración en respuesta al resultado histórico de la COP28 en Dubái.
“En Laudato Deum, el Papa Francisco nos llama a tomar acción, invitando a los líderes de todo el mundo a superar los intereses personales e imaginar un futuro basado en el bien común. Aunque no es perfecto, el acuerdo COP28 marca el comienzo de nuestro viaje colectivo hacia una mejor gestión ambiental. Rezamos para que la colaboración global demostrada en la COP28 continúe, especialmente en relación con la descarbonización, una aceleración decisiva a la transición energética, el incremento de la financiación para la adaptación al cambio climático y el apoyo a la justicia y equidad climáticas.
Hacemos eco de las palabras del Papa Francisco cuando afirma que la implementación de un sistema para financiar pérdidas y daños en los países más afectados por desastres climáticos es un “paso adelante” que “otorga una nueva voz y un papel más destacado a los países en desarrollo” (Laudate Deum 51). El establecimiento del Fondo para Pérdidas y Daños representa una victoria para las comunidades marginadas en todo el mundo; no obstante, las cantidades prometidas al fondo por las naciones más ricas son insignificantes en comparación con las urgentes y crecientes necesidades.
Además, la financiación climática para la adaptación sigue siendo lamentablemente insuficiente, quedando muy por debajo de lo necesario para respaldar de manera efectiva a las poblaciones vulnerables. Es imperativo que las naciones desarrolladas aumenten significativamente sus compromisos para asegurar que estas comunidades marginadas reciban un respaldo efectivo en su lucha contra el cambio climático y en favor de la justicia y equidad climáticas.
El compromiso adicional de los Estados Unidos de $3 mil millones en fondos para la adaptación al cambio climático es loable, y esperamos que esa promesa se traduzca en acciones concretas en beneficio de las naciones en desarrollo.
Las enseñanzas de la Iglesia, especialmente como se articulan en Laudato Si’, destacan nuestra responsabilidad colectiva de ser guardianes de la Tierra y defensores de la justicia. Al reflexionar sobre los resultados de la COP28, renovemos nuestro compromiso con estos principios, reconociendo que el verdadero progreso requiere más que simples acuerdos; exige acción, compasión y un profundo respeto por la santidad de nuestra casa común”.