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CONTACTO: Jossie Flor Sapunar
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Catholic Relief Services (CRS) y nuestro socio, Cáritas, siguen respondiendo a las crecientes necesidades de los refugiados y migrantes que llegan por millares a Grecia. El domingo, 21 de febrero, Macedonia cerró su frontera con Grecia a todos los ciudadanos afganos, permitiendo sólo a los refugiados sirios e iraquíes cruzar y continuar su viaje a los países del norte de Europa.
“Todavía hay 2,000-3,000 refugiados y migrantes que llegan a Grecia todos los días. Ahora, sólo la mitad de ellos están avanzando en la frontera de Macedonia”, dice Josh Kyller, quien supervisa la respuesta a emergencias de CRS en los Balcanes. “Con opciones legales limitadas, hay un gran riesgo de contrabando, la trata, y la separación de las familias”.
Miles de refugiados y migrantes afganos, que representan un tercio de todos los refugiados e inmigrantes que llegan a Europa, se han quedado en el limbo por el cierre de fronteras y ahora se encuentran varados en Grecia, un país que ya está luchando para mantenerse al día con la enorme afluencia de refugiados.
CRS trabaja con nuestros socios locales, Cáritas Grecia y Cáritas Atenas, para proporcionar servicios básicos a los refugiados que pasan en su camino hacia el norte de Europa. Esto incluye refugio temporal en moteles previamente vacantes y ahora renovados, comidas calientes en un comedor de beneficencia y referencias a la asistencia jurídica y trabajadores sociales. CRS tiene previsto asistir a más de 200,000 personas en Grecia en los próximos meses.
En Idomeni, el principal punto de cruce de la frontera de Macedonia, Cáritas está distribuyendo alimentos a los que están esperando cruzar, o a los numerosos afganos que intentan decidir su próximo movimiento. Rino Pistone, coordinador de Cáritas Hellas en Idomeni, dijo que las distribuciones siguen a diario a pesar de las condiciones caóticas.
La crisis de los refugiados en Europa sigue aumentando. Miles huyen de Siria, Afganistán, Irak y otros países. El número de refugiados y migrantes en Europa superó un millón en diciembre del 2015, con la mayoría de las personas llegando a Grecia.
“Las necesidades son cada vez mayores para alojar a esta gran afluencia de personas, y con más restricciones en la frontera con Macedonia, la responsabilidad de abordar esta situación recae sobre el gobierno de Grecia, la gente y la comunidad humanitaria”, añade Kyller. “Esto significa lugares para que la gente se quede, información en términos de cómo solicitar asilo, y todas las necesidades básicas como alimentos, agua y ropa—y es fácil ver que esto se convierta en decenas de miles de personas en los próximos días y semanas alojadas en Grecia”.
CRS y nuestros socios en Grecia, Macedonia, Serbia, Croacia, Albania y Alemania están proporcionando alimentos, ropa, saneamiento y refugio temporal a miles de refugiados.
También hemos proporcionado servicios legales y de traducción para ayudar a los refugiados a tomar decisiones informadas. Nuestro apoyo ayuda a aquellos que son más vulnerables—por lo general mujeres, niños y personas de la Tercera Edad.
Además de ofrecer servicios para refugiados a lo largo de su ruta principal de migración, CRS está preparando a los socios para responder en Montenegro, Bosnia y Herzegovina, Albania y Bulgaria, en el caso de que cierren más fronteras y la ruta de migración cambie.
“Este es un problema mundial que causa que personas vulnerables huyan de los conflictos, la persecución y la pobreza”, dice Kyller. “La carga recae cada vez más en los hombros de los países, los ciudadanos y la comunidad humanitaria para administrar en la periferia, y todos están siendo conducidos hacia sus límites. Esto requiere la atención de los líderes mundiales para llegar a soluciones globales integrales y compasivas”.