BEIRUT, LÍBANO, 6 de agosto de 2020 – Mientras los servicios de emergencia continúan buscando sobrevivientes y ayudando a los heridos, Catholic Relief Services (CRS), Cáritas y otros 14 socios de organizaciones religiosas están trabajando para satisfacer las necesidades inmediatas de las personas afectadas por la explosión que ocurrió en Beirut el pasado 4 de agosto.
Ante los enormes daños, existe una necesidad urgente de refugio, medicamentos, kits de higiene, orientación psicosocial y limpieza de escombros. Cáritas Líbano, socio de CRS, está brindando alimentos y agua en tres lugares de Beirut. Los centros de atención médica de Cáritas están abiertos, una unidad médica móvil y un equipo de salud mental estás listos para tratar a los pacientes.
“Nuestros socios comenzaron a trabajar de inmediato para asegurarse de que las personas recibieran ayuda, a pesar de que sus propios edificios fueron dañados por la explosión”, dijo Megan Gilbert, portavoz de CRS. “En CRS tenemos el privilegio de contribuir a la respuesta voluntaria abrumadoramente generosa del pueblo libanés, a pesar de todo lo que han pasado durante el este último año”.
Incluso antes de la explosión, Líbano sufría una crisis económica debido al COVID-19 y una gran afluencia de refugiados sirios durante los últimos nueve años. Existe la preocupación de que las existencias de trigo en la zona de la explosión se contaminen, lo que podría significar una escasez de alimentos más grave y un mayor incremento de precios.
“Muchas personas en el Líbano estaban luchando para sobrevivir incluso antes de la explosión”, dijo Gilbert. “Ahora, debido a la destrucción, la gente se queda en casas gravemente dañadas o incluso en las calles. Necesitarán apoyo en el largo plazo para superar esto”.
Las donaciones para la respuesta de la Iglesia Católica al desastre se pueden hacer de forma segura aquí.
