Durante décadas, los cubanos han huido de la pobreza, el hambre y la inestabilidad política. Antes, lo hacían en balsas improvisadas poniendo en riesgo sus vidas para llegar a las costas estadounidenses. Hoy en día, con el problema de la inflación y el empeoramiento de las condiciones económicas en el país debido a la pandemia, deciden cruzar la frontera a pie y, de acuerdo con cifras de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), la emigración cubana se ha disparado con más de 139.000 cubanos que han llegado a la frontera sur de Estados Unidos, en lo que va del año fiscal 2022.
Eduardo* es uno de ellos. Con ayuda de familiares en el extranjero pudo reunir dinero desde Cuba para viajar a Centroamérica y desde allí realizar la travesía hacia la frontera sur de Estados Unidos a pie. Al intentar cruzar hacia Estados Unidos fue detenido y deportado a territorio mexicano. “Tuve la oportunidad de tener una visa humanitaria que me permitió atravesar México, pero la perdí durante el trayecto”, narra con desespero. Actualmente, Eduardo permanece en el albergue “Centro de Oración del Migrante” en Tijuana con sus dos compañeros de viaje, sin documentos ni posibilidad de trabajar.
En Cuba, Eduardo dejó a su esposa, a sus padres y a su hermana, a quienes recuerda con nostalgia. Su voz se entrecorta al reconocer que ya no podrá regresar a su país por temor a represalias. Él trabajaba, pero el dinero que ganaba no era suficiente para subsistir. “Los precios en Cuba después de la pandemia de COVID-19 se dispararon. La inflación es muy alta, todo se descontroló”, describe Eduardo.
En su reporte de abril de este año sobre Cuba, el Programa Mundial de Alimentos (WFP, por sus siglas en inglés), señala que el país “experimentó la peor recesión económica de las últimas tres décadas”. Además, advierten que el conflicto en Ucrania y la crisis que generó en las cadenas de abastecimiento de insumos y alimentos a nivel global, puede agravar las dificultades actuales de la isla. Así como también, la actual recesión económica de Venezuela ya está afectando el suministro de petróleo a Cuba, provocando impactos negativos en varias industrias y una menor producción económica en general.
“Los precios en Cuba después de la pandemia de COVID-19 explotaron. La inflación es demasiada”, afirma Juan.
Juan*, también cubano, es uno de los compañeros de travesía de Eduardo; ambos coinciden en la dificultad que tenían en la isla para poder acceder a la canasta básica de alimentos, no solo por los bajos salarios que recibían, sino también por la escasez y la inflación generalizadas. La difícil situación económica los llevó a tomar la decisión de emigrar, con la intención de poder brindar un sustento a sus familias en Cuba.
El albergue donde permanecen actualmente es parte de la Coalición Pro-Defensa del Migrante (COALIPRO), una de las organizaciones que ayudan a los inmigrantes en México, que en alianza con CRS, ha apoyado a casi 20 albergues de los más de 40 que hay en Tijuana y Mexicali. Junto con CRS, COALIPRO ha facilitado el fortalecimiento de la capacidad de los albergues, a través de capacitación técnica en áreas como saneamiento e higiene, alojamiento y protección, voluntariado y gestión financiera. La alianza ha permitido mejorar la calidad de la atención humanitaria que reciben las personas migrantes.
Además de refugio, protección, artículos de higiene personal y acompañamiento psicosocial, Eduardo y Juan también están recibiendo la asistencia legal que necesitan para obtener autorización para permanecer en México y realizar la aplicación a asilo en Estados Unidos.
*El nombre se ha cambiado para proteger la privacidad.