República del Congo

 

 

CRS trabaja con la Iglesia Católica local para atender las necesidades de los pobres y más vulnerables del país. Foto de Louise Wilmot/CRS

CRS trabaja con la Iglesia Católica local para atender las necesidades de los pobres y más vulnerables del país. Foto de Louise Wilmot/CRS

La República del Congo actualmente se encuentra en un período frágil de paz, después de años de inestabilidad y violencia política que afectó al país desde 1997 hasta 1999. La paz sigue siendo precaria. La lucha por los ingresos del petróleo y la ausencia de una sociedad civil estructurada con verdadera libertad de expresión contribuyen a esta fragilidad. El país cuenta con grandes reservas de petróleo que representan más del 70 por ciento del PBI del país, con la agricultura ocupando el segundo lugar en alrededor del 21 por ciento. Sin embargo, a pesar de esta riqueza, aproximadamente el 70 por ciento de la población del país vive por debajo del umbral de la pobreza y la tasa de desempleo se estima en 50 por ciento.

Después de una larga interrupción, la Conferencia Católica de Obispos local decidió reforzar su equipo nacional de Cáritas, permitiéndole coordinar y fortalecer a los socios diocesanos de Cáritas. Una evaluación interna reveló que la creación de capacidades significativa era necesaria para lograr este fin. El trabajo de Catholic Relief Services en el país tiene como objetivo contribuir a este fin mediante el refuerzo de la capacidad institucional y la programación de Cáritas Congo.

Historia

Catholic Relief Services inició su programa en la República del Congo (Brazzaville) en 1997 por invitación de la Conferencia de Obispos Católicos del país, con un objetivo específico de proporcionar ayuda de emergencia durante los últimos años de una larga guerra civil.

Las consecuencias de la guerra civil (1997-1998) siguen siendo evidentes. Una gran parte de la infraestructura del país (salud, educación, etc.) fue destruida y los niveles de pobreza y las necesidades de emergencia de la población aumentaron. El mal gobierno y liderazgo establecidos después de la guerra agravó la vulnerabilidad de las personas. Los problemas incluyen la falta de vivienda, el trauma, el duelo por la pérdida de familiares, así como las necesidades básicas, y las divisiones profundas en el tejido social del país.

Aunque el país es el cuarto mayor exportador de petróleo en África subsahariana, la República del Congo se clasificó en el lugar 126 de 169 países en el Índice de Desarrollo Humano de 2011.

La Iglesia Católica local reconoció la importancia de su rol en tanto la respuesta a la situación de emergencia creada por la guerra y la reconciliación de una sociedad profundamente traumatizada y dividida. El rol de la Iglesia es:

  • Prestar asistencia en forma de artículos de primera necesidad a las familias desplazadas y vulnerables.
  • Prevenir el resurgimiento de la violencia.
  • Ayudar a sanar las heridas físicas y psicológicas de la guerra.
  • Ayudar a llenar las aspiraciones de las personas mediante el proceso de la reconciliación.
  • Alentar a los cristianos a participar en la justicia social.

Socios

Cáritas Congo Brazzaville