Por Michael Hill
Es indudable que la inesperada expulsión de 13 agencias internacionales de ayuda humanitaria y el cierre de tres organizaciones no gubernamentales locales producirán brechas en la ayuda y la asistencia a muchas de las 4,7 millones de personas que reciben ayuda humanitaria en Darfur, Sudán.
Catholic Relief Services sigue en funcionamiento y mantiene su compromiso firme con los pobladores de Sudán: hay más de 300 funcionarios de CRS que sirven a más de 420.000 personas en todo el país. CRS mantiene diálogos con la ONU, el gobierno y las autoridades locales, y los benefactores pertinentes para determinar la mejor manera de enfrentar las brechas existentes en la ayuda humanitaria crítica para Sudán.
CRS trabaja en el país desde 1972, por lo que está en condiciones de movilizar rápidamente los recursos y el personal necesarios para extender los servicios de la forma que se considere adecuada. Sin embargo, será decisivo contar con recursos financieros adicionales.
El personal de CRS no corre peligro y hace el seguimiento de la situación al mismo tiempo que continúa cumpliendo con sus misiones que brindan asistencia fundamental para la supervivencia de miles de personas necesitadas en Sudán.
Michael Hill es el encargado de comunicaciones de la región de África subsahariana para CRS, con base en la sede central en Baltimore.