En un mundo profundamente afectado por la crisis alimentaria global, surge un llamado urgente y cristiano a la acción. Con más de 800 millones de personas padeciendo hambre, resulta evidente nuestro deber moral de ayudar al necesitado.
Este llamado se materializa en darle de comer al hambriento, una obra de misericordia que la Iglesia nos insta a realizar para poner en acción nuestra fe y seguir el mandamiento de Jesucristo de “amar al prójimo como a nosotros mismos”.
El Papa Francisco ha sido un firme defensor de la lucha contra el hambre, recordándonos constantemente nuestro compromiso cristiano de hacer todo lo posible por aliviar el sufrimiento de aquellos que carecen de alimentos.
A la luz de sus reflexiones, presentamos cinco ideas fundamentales del santo padre para avanzar hacia un mundo sin hambre:
1. Vivir la solidaridad cristiana
El sumo pontífice nos exhorta a reconocer la importancia de ayudar a los más vulnerables como miembros de una misma familia humana. También nos recuerda que el amor genuino hacia los pobres, el cual estamos llamados a profesar como Iglesia, debe superar el egoísmo y la avaricia.
El Papa Francisco nos pide no permanecer insensibles frente a la realidad del hambre:
“El que se acuesta con el estómago vacío es nuestro hermano. Compartir con él lo que tenemos es tanto un imperativo de justicia como de aquella solidaridad fraterna que brota de las relaciones familiares”, dice.
Papa Francisco
Asimismo, en sus numerosas reflexiones acerca del hambre, el santo padre invita a los líderes del mundo a crear sistemas alimentarios que respondan a los valores del bien común y la cultura del encuentro.
Para el Papa, la lucha contra el hambre exige superar el mero beneficio económico y actuar bajo la lógica de la solidaridad.
2. Promover la justicia social
Para el Papa Francisco, el hambre y la desnutrición surgen de injusticias y desigualdades que favorecen a unos pocos y marginan a muchos. Ante esto, nos invita a repensar la forma en que se regula la gestión de los recursos de nuestra Tierra y la distribución de la riqueza.
También nos recuerda que en el mundo existen suficientes alimentos para dar de comer a las 8 mil millones de personas que lo habitan, pero que se necesita un cambio profundo en nuestra mentalidad.
Para el Papa, el hambre solo puede erradicarse cuando haya justicia social y un sistema económico que mantenga la dignidad de la persona humana en el centro.
En esta transformación, cada individuo juega un papel fundamental. Desde casa, todos podemos revisar nuestros hábitos de consumo, evitar el derroche y procurar una alimentación que aseguren la sostenibilidad de nuestro planeta.
De igual manera, el Papa nos urge a educar a las futuras generaciones sobre la importancia de trabajar hacia un mundo sin hambre y nos llama a ser custodios y defensores de nuestra casa común.
3. Crear un sistema alimentario sostenible
En numerosas oportunidades, el Papa Francisco ha promovido la importancia de unir esfuerzos para asegurar dietas sostenibles y accesibles para todos, lo cual requiere tomar decisiones éticas, tanto en la producción como en el consumo de alimentos.
Para el Papa es prioritario que nuestros sistemas alimentarios opten por producir y consumir alimentos que protejan la creación de Dios:
“Se trata de adoptar soluciones innovadoras que puedan transformar la forma en que producimos y consumimos los alimentos para el bienestar de nuestras comunidades y de nuestro planeta”, afirma.
Papa Francisco
4. Evitar el desperdicio de alimentos
El sumo pontífice aboga por la equidad en el acceso a los alimentos y erradicar el desperdicio de comida.
Para el santo padre, el despilfarro de alimentos es una manifestación de la “cultura del descarte”, que refleja nuestro desinterés por las necesidades básicas de nuestro prójimo:
“Sabiendo que multitudes de seres humanos no pueden acceder a una alimentación adecuada o a los medios para procurársela…, ver tirados los alimentos en la basura… es realmente vergonzoso y preocupante”, afirma.
Papa Francisco
Además, nos recuerda, que el desperdicio de alimentos contribuye al incremento de las emisiones de gases de efecto invernadero, una de las principales causas del cambio climático.
5. Rezar por quienes sufren hambre
Frente a la realidad del hambre que afecta a tantos hermanos en todo el mundo, el Papa Francisco nos pide “no permanecer como espectadores indiferentes y tranquilos”.
Siguiendo su llamado, te invitamos a descargar la Oración de la mesa para que antes de cada comida agradezcas tu pan de cada día y pidas la misericordia del creador para todas aquellas familias que no tienen suficientes alimentos en sus mesas.