A medida que pasa el tiempo, nuestros estilos de vida y nuestros modelos de producción y consumo demandan cada vez más recursos del planeta, mientras la naturaleza se esfuerza por mantenerse ante el ritmo acelerado de nuestras exigencias.
La desproporcionada explotación de los recursos naturales amenaza la estabilidad de los ecosistemas que sustentan nuestra propia existencia y la de todas las especies, y nos ha empujado a una crisis ecológica global que amenaza con extinguir nuestra casa común.
Preocupado por este desafío urgente, el Papa Francisco sintió la necesidad de dirigirse a toda la familia humana a través de su encíclica Laudato Si’ (Alabado sea), donde no solo comparte su preocupación por proteger nuestro entorno natural, sino que nos invita a reflexionar sobre nuestro propio modelo de desarrollo.
La encíclica es un llamado urgente a comprometernos con una ecología integral y a que asumamos nuestra responsabilidad, dada por Dios, de ser guardianes de la creación divina, para realizar acciones concretas que reparen el daño causado.
De esta forma, Laudato Si’ sobresale como uno de los legados más importantes del Papa Francisco, quien se ha destacado por su liderazgo en concientizar a su Iglesia y a todas las personas de buena voluntad sobre el cuidado del medio ambiente y los desafíos ecológicos más relevantes de nuestro tiempo. A continuación, compartimos algunos de ellos.
1. Contaminación y basura
En Laudato Si´, el Papa Francisco expresa su preocupación por el problema alarmante de la contaminación tanto del aire y el agua como de los suelos.
Actualmente, se recolectan aproximadamente un total de 11.200 millones de toneladas de residuos sólidos (basura) anuales en todo el mundo, gran cantidad de ellos no biodegradables.
La exposición a los contaminantes atmosféricos genera graves consecuencias para la salud, que resultan en millones de muertes prematuras, especialmente entre los más pobres.
Por eso, las Naciones Unidas (ONU) advierte que el reciclaje viene a ser una gran solución que permite un ahorro sustancial de recursos. Para tener una idea, por cada tonelada de papel reciclado, se pueden salvar 17 árboles.
2. Cambio climático
El cambio climático se presenta como uno de los principales desafíos para la humanidad, al ser un problema global que afecta diversas dimensiones ambientales, sociales, económicas, distributivas y políticas.
El Papa Francisco destaca el hecho de que existe un consenso científico que indica un preocupante calentamiento del sistema climático, junto con el incremento constante del nivel del mar y la aparición de eventos meteorológicos extremos.
Estos fenómenos aumentan la vulnerabilidad de las comunidades pobres, que viven en lugares particularmente afectados por el calentamiento y cuyos medios de subsistencia, como la pesca y la agricultura, dependen del ecosistema.
Ante esta realidad, es crucial que la humanidad tome conciencia de la necesidad de realizar cambios como por ejemplo la reducción drástica de la emisión de dióxido de carbono y el uso de energías renovables.
3. Escasez del agua
Aunque la provisión de agua permaneció relativamente constante durante mucho tiempo, en múltiples lugares del mundo la demanda supera la oferta. De hecho, la ONU señala que “el agua es utilizada indebidamente por los humanos”.
Ante esta situación, el Papa Francisco advierte sobre el aumento del costo de los alimentos si no se gestiona adecuadamente este recurso. También se menciona la grave situación de la mala calidad del agua que provoca numerosas muertes, especialmente en las zonas habitadas por las personas más pobres.
La encíclica, además, reconoce que en algunos países existen regiones con abundancia de agua, mientras que en otros hay zonas que experimentan una grave escasez, causando que las personas no puedan acceder a agua potable segura o que en periodos de sequía no puedan producir alimentos suficientes para vivir.
Según la ONU, la escasez grave de agua afecta a aproximadamente 4 000 millones de personas, es decir, dos tercios de la población mundial, al menos un mes al año.
4. Pérdida de la biodiversidad
La variedad de vida en la Tierra está siendo amenazada por la extinción de miles de especies vegetales y animales cada año, muchas causadas por acciones humanas.
La pérdida de selvas y bosques implica la desaparición de especies que podrían ser recursos importantes en el futuro, no solo para la alimentación y la curación de enfermedades, sino también para resolver problemas ambientales.
Por ello, es crucial recordar que las especies tienen un valor en sí mismas, por lo que debemos tener el compromiso de preservarlas en una profunda conexión con Dios, el prójimo y la Tierra.
Ante los desafíos naturales, el Papa Francisco nos convoca a asumir un rol activo como guardianes de nuestro planeta, inspirados por nuestra fe, que nos enseña a reconocer el valor intrínseco de cada criatura y la importancia de vivir en armonía con toda la creación.
Esto implica establecer una relación de reciprocidad responsable con la naturaleza, tomando lo necesario para nuestra supervivencia, pero también protegiendo y preservando su fertilidad para las generaciones futuras.
Recordemos que la tierra es un regalo del Señor y que estamos llamados a ser buenos administradores de ella. Como un planeta y una familia, te invitamos a unirte a las iniciativas de Catholic Relief Services (CRS) para proteger nuestra Tierra.