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Michael Stulman
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DAKAR, SENEGAL, 9 de marzo del 2016 ‒ La comida que más de 77,000 estudiantes en Mali reciben en la escuela todos los días no es el único alimento que reciben de Catholic Relief Services (CRS).
La tercera fase del programa Alimentos para la Educación (FFE, por su sigla en inglés) de CRS – lanzado en las regiones de Mopti y Koulikoro de Mali gracias al apoyo continuo del programa del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por su sigla en inglés) McGovern-Dole Alimentos para la Educación y Nutrición Infantil– también incluye un mayor apoyo y capacitación para los maestros, fundamental para mejorar la calidad de la educación.
Parte del enfoque holístico del programa de cinco años, con un presupuesto de 30 millones de dólares, a la educación incluye actividades que apoyarán el aumento de la matrícula escolar y la asistencia regular. Para evitar la pérdida de días de clases, los estudiantes llevarán a casa raciones, provisiones de vitamina A y medicamentos contra los parásitos. Las campañas de inscripción y los grupos de apoyo escolar también están destinados a aumentar la asistencia.
“Fue maravilloso ver a tantas niñas en la escuela que visité en Takoutala”, dijo Sean Callahan, director de operaciones de Catholic Relief Services y vicepresidente de Cáritas Internationalis, quien viajó a Mali para asistir al lanzamiento de la tercera fase del programa FFE. Callahan visitó una escuela cerca de Kona en la región de Mopti, donde se puso en práctica el programa de alimentación escolar de CRS.
“Está comprobado que una educación para una niña no sólo aumenta la posibilidad de un mejor medio de vida, sino que también tiene un impacto en sus familias. Una mujer educada comparte su conocimiento y se ocupa de que su familia esté bien alimentada y en buen estado de salud”, dijo.
CRS en Mali se centra en la educación de los niños más vulnerables y marginados, dirigida a los colegios que tienen los más altos niveles de pobreza infantil y malnutrición y las más bajas tasas de asistencia.
Los programas de alimentación escolar como FFE no sólo animan a los niños a inscribirse en la escuela y asistir regularmente, sino que también proporcionan nutrientes esenciales, mejorando la capacidad del niño para aprender. Esta comida también es un incentivo para que los padres se aseguren que sus hijos asistan a la escuela, ya que significa que los fondos limitados de la familia no serán agotados por el costo de una comida al mediodía.
“Estamos muy agradecidos por el apoyo continuo del Ministerio de Educación de Mali para seguir trabajando en este proyecto”, dijo Niek de Goeij, representante de CRS en Mali. “Nuestro objetivo es que los comedores escolares se vuelvan autosostenibles para cuando concluya esta fase en 2020 y esperamos con gusto trabajar con nuestros socios al respecto en los próximos años. Estamos seguros de que con la propiedad del gobierno y de la comunidad, los niños seguirán yendo a la escuela y estarán bien nutridos y prosperando”.
El programa se ejecuta en colaboración con CÁRITAS, AMPRODE Sahel, Guamina, y el Centro de Desarrollo para la Educación (EDC, por su sigla en inglés).
Para el desarrollo de este programa, CRS trabajó muy de cerca con sus contrapartes de los ministerios correspondientes del gobierno de Mali a nivel nacional, regional y de distrito, así como con los socios locales de la sociedad civil.
Trabajando en Malí desde 1999, CRS ha demostrado experiencia en la coordinación de proyectos de emergencia y desarrollo. Y con múltiples interesados ha establecido oficinas en Bamako, Mopti y Gao, y programas en todas las regiones del país, excepto Kidal.