Cuando rezamos los Misterios Gozosos del Rosario, recordamos la historia de María y José, desde la Anunciación del nacimiento de Jesús hasta su huida a Egipto en busca de refugio. En estas reflexiones, conectamos estas experiencias de la Sagrada Familia con las de más de 177 millones de personas en todo el mundo, que se han visto obligadas a huir de sus hogares en busca de seguridad y una vida digna.
Al meditar sobre nuestros hermanos migrantes y refugiados, unamos nuestros corazones e intenciones en una misma plegaria por paz y justicia para ellos. Pidamos por el fin de los conflictos en el mundo, y para que las comunidades y familias más vulnerables encuentren en sus hogares todo lo que necesitan para vivir con dignidad.
Misterios del Rosario
Primer misterio: la anunciación de nuestro Señor
Segundo misterio: la visitación
Tercer misterio: el nacimiento de Jesús
Cuarto misterio: la presentación de Jesús en el templo
Quinto misterio: el Niño perdido y hallado en el templo
Pon tu fe en acción y haz una ofrenda para ayudar a los más necesitados. Como agradecimiento por tu generosidad y compasión, recibirás un Rosario en tu hogar.
Primer misterio gozoso del Rosario: la anunciación de nuestro Señor
SAGRADA ESCRITURA: Lucas 1, 26-28, 38
El ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida en matrimonio con un hombre llamado José, de la casa de David. La virgen se llamaba María y el ángel se le apareció para decirle: “¡Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo!”.
María quedó muy preocupada, pero el ángel le indicó: “María, no temas, porque has hallado gracia ante Dios. He aquí, concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David su padre, y él reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin”.
María respondió: “Yo soy la servidora del Señor, hágase en mí tal como has dicho”.
FRUTO DEL ESPÍRITU: humildad
REFLEXIÓN
Imaginemos por un momento la confusión y el temor que María debió sentir al recibir la noticia de un embarazo inesperado. También la situación de José, su esposo, quien ante la incertidumbre y el posible escándalo eligió apoyar a María con fe.
Hoy en día, muchas personas en todo el mundo, especialmente aquellas que se ven obligadas a huir de sus hogares, enfrentan la incertidumbre sobre su futuro. Personas como Karla, una joven inmigrante de Michoacán, México, quien estando embarazada y con un hijo de ocho años, se vio obligada a huir de su hogar, luego de que unos individuos armados la amenazaran buscando cobrar una supuesta deuda de su hermano.
Afortunadamente, otros hermanos, nacidos en Estados Unidos, le costearon un vuelo hacia Tijuana, donde espera realizar su aplicación al asilo en un albergue para migrantes que la acogió y le brindó protección. Allí espera con la única esperanza de reunirse con sus hermanos y brindarles a sus pequeños una vida digna.
Aunque en circunstancias diferentes, la historia de Karla nos recuerda a la de María. Ambas enfrentaron el miedo de tener que huir durante su embarazo para proteger a sus hijos. Con solo unas pocas pertenencias, pero llenas de fe, confiaban en que Dios estaba con ellas en medio de la adversidad, mostrándoles el camino hacia un destino más seguro.
ORACIÓN
Te suplicamos, Virgen María y San José, que intercedan por todas las futuras madres y padres del mundo, especialmente por aquellas madres que darán a luz en los campamentos de refugiados o en lugares lejos de su hogar. Escucha su clamor por una vida digna para sus hijos y protégelas durante su camino a tierras más seguras.
Amén.
Segundo misterio gozoso del Rosario: la visitación
SAGRADA ESCRITURA: Lucas 1:39-45
En aquellos días, María se puso en camino y se dirigió con prisa a la región montañosa donde se ubicaba el pueblo de Judá. Allí entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel.
Cuando Isabel escuchó el saludo de María, el niño saltó en su seno. Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó a gran voz y dijo:
“¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Cómo se me ocurre a mí que la madre de mi Señor venga a verme? Apenas llegó a mis oídos tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno. ¡Feliz tú que has creído, porque se cumplirían las cosas que te fueron dichas de parte del Señor!”.
FRUTO DEL ESPÍRITU: amor al prójimo
REFLEXIÓN
María viajó para visitar a su prima Isabel, quien estaba embarazada, luego de haber pasado su edad fértil. A pesar de que María también se encontraba en embarazo, eligió viajar a ver a su prima para compartirle su alegría y ofrecerle apoyo.
Este acto de amor al prójimo nos recuerda la importancia de ayudar a los demás, incluso en tiempos difíciles. En nuestros días, encontramos ejemplos conmovedores de personas que, como María, eligen servir a otros en medio de sus propias dificultades. Una de ellas es Ina Storoyenko, madre desplazada por la guerra en Ucrania.
Ante el conflicto de su país, Ina se vio forzada a dejar su hogar en la ciudad de Vinnytsia junto a sus hijos Anastasia, de dos años, e Iván, de diez. Juntos, emprendieron un valiente viaje hacia el oeste del país en busca de protección.
Los inicios fueron difíciles para esta maestra de primaria, quien tuvo que trabajar temporalmente en una gasolinera. Eventualmente, encontró una oportunidad en un centro de Cáritas cerca de Leópolis, donde ahora trabaja como directora.
En este centro, Ina recibe con amor a los niños desplazados de entre uno y diecisiete años, ofreciéndoles apoyo en un espacio seguro y educativo. Allí ha encontrado alegría ayudando a otros que enfrentan dificultades similares a las de ella.
ORACIÓN
Señor Dios, te pedimos que nos concedas la gracia de extender la mano y amar a nuestro prójimo, incluso cuando nuestras vidas estén llenas de nuestras propias dificultades. En este momento, te pedimos especialmente por aquellos hermanos que han sido desplazados por la guerra y los conflictos del mundo. Que puedan encontrar paz, refugio y esperanza en Tu amor infinito.
Amén.
Pon tu fe en acción y haz una ofrenda para ayudar a los más necesitados. Como agradecimiento por tu generosidad y compasión, recibirás un Rosario en tu hogar.
Tercer misterio gozoso del Rosario: el nacimiento de Jesús
SAGRADA ESCRITURA: Lucas 2, 6-12
Mientras estaban en Belén, llegó para María el momento del parto y dio a luz a su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, pues no había lugar para ellos en la sala principal de la casa.
En la región había pastores que vivían en el campo y que por la noche se turnaban para cuidar sus rebaños. Se les apareció un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de claridad. Y quedaron muy asustados.
Pero el ángel les dijo: “No tengan miedo, pues yo vengo a comunicarles una buena noticia, que será de mucha alegría para todo el pueblo: hoy, en la ciudad de David, ha nacido para ustedes un Salvador, que es el Mesías y el Señor. Miren cómo lo reconocerán: hallarán a un niño recién nacido, envuelto en pañales y acostado en un pesebre”.
FRUTO DEL ESPÍRITU: pobreza de espíritu
REFLEXIÓN
María dio a luz a Jesús lejos de su hogar y sin las comodidades básicas de su época. Un humilde establo fue su refugio y un pesebre la primera cuna del Niño Dios. Esta experiencia de vulnerabilidad refleja la realidad de muchas familias migrantes y refugiados en todo el mundo hoy en día, quienes deben conformarse con lo que encuentran en su camino hacia un lugar seguro.
Tal es el caso de Yanira, una joven madre que, junto a su esposo e hijos, se vio obligada a abandonar Honduras. Sus pequeños no podían salir de la casa a jugar debido a la inseguridad y siempre permanecían encerrados. Tampoco había oportunidades de empleo para ella y su esposo.
Al igual que la Sagrada Familia, Yanira y su familia emprendieron una peligrosa travesía con pocas pertenencias y sin un lugar adonde llegar con la intención de ofrecerles a sus hijos un lugar para crecer sin miedo.
En Tijuana, encontraron la Casa del Migrante que los acogió y les brindó refugio. Allí reciben ayuda para cubrir sus necesidades básicas mientras definen su situación migratoria. A pesar de su vulnerabilidad, Yanira y su esposo mantienen su fe y sueñan con un futuro mejor para su familia.
ORACIÓN
Jesús, María y José, Santa Familia de Nazaret, os pedimos por todos los refugiados que están criando a sus familias durante su arduo camino, privados de un techo y todo aquello que necesitan para vivir. Que encuentren fortaleza y consuelo en el amor de Dios, y que pronto puedan disfrutar de un hogar seguro y lleno de paz.
Amén.
Cuarto misterio gozoso del Rosario: la presentación de Jesús en el templo
SAGRADA ESCRITURA: Lucas 2,25-32
Había entonces en Jerusalén un hombre muy piadoso y cumplidor a los ojos de Dios, llamado Simeón. Este hombre esperaba el día en que Dios atendiera a Israel, y el Espíritu Santo estaba con él. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no moriría antes de haber visto al Mesías del Señor.
El Espíritu también lo llevó al Templo en aquel momento. Como los padres traían al niño Jesús para cumplir con él lo que mandaba la Ley, Simeón lo tomó en sus brazos y bendijo a Dios con estas palabras: “Ahora Señor, ya puedes dejar que tu servidor muera en paz, como le has dicho. Porque mis ojos han visto a tu salvador, que has preparado y ofreces a todos los pueblos, luz que se revelará a las naciones y gloria de tu pueblo, Israel”.
FRUTO DEL ESPÍRITU: pureza de mente y cuerpo
REFLEXIÓN
Simeón, guiado por la revelación del Espíritu Santo, esperó con fe y paciencia el día en que vería al Mesías. Cuando finalmente vio al niño Jesús en el templo, lo reconoció inmediatamente como el Salvador.
De manera similar, la fe fortalece a muchos migrantes durante su travesía. Para ellos, cada ayuda que reciben es una señal de Dios que los anima y les recuerda que no están solos en su camino.
Raúl y Mariana, una pareja hondureña, ejemplifican esta fe inquebrantable. Estos jóvenes padres se vieron obligados a separarse de sus hijos de nueve y tres años al tener que dejar Honduras debido al acecho de delincuentes que buscaban convertir su pequeño negocio en un punto de venta de drogas.
Aunque saben que sus hijos están bien con sus familiares, Raúl y Mariana viven la angustia de la separación familiar, pero, al igual que Simeón en el templo, mantienen viva la esperanza del reencuentro. “Es difícil estar lejos de nuestros hijos, de nuestros familiares”, comparte Raúl.
ORACIÓN
Señor, te pedimos por todos los padres que están separados de sus hijos mientras hacen todo lo posible para mantenerlos a salvo y brindarles una vida mejor. Concédeles fortaleza y esperanza en medio de su separación, y que pronto puedan reunirse y vivir juntos bajo Tu protección.
Amén.
Quinto misterio gozoso del Rosario: el Niño perdido y hallado en el templo
SAGRADA ESCRITURA: Lucas 2,41-50
Los padres de Jesús iban todos los años a Jerusalén para la fiesta de la Pascua. Cuando Jesús cumplió los doce años, subió también con ellos a la fiesta, pues así había de ser. Al terminar los días de la fiesta regresaron, pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén sin que sus padres lo supieran.
Seguros de que estaba con la caravana de vuelta, caminaron todo un día. Después se pusieron a buscarlo entre sus parientes y conocidos. Como no lo encontraron, volvieron a Jerusalén en su búsqueda.
Al tercer día lo hallaron en el Templo, sentado en medio de los maestros de la Ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que le oían quedaban asombrados de su inteligencia y de sus respuestas.
Sus padres se emocionaron mucho al verlo; su madre le decía: “Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Tu padre y yo hemos estado muy angustiados mientras te buscábamos”. Él les contestó: “¿Y por qué me buscaban? ¿No saben que yo debo estar donde mi Padre?” Pero ellos no comprendieron esta respuesta.
FRUTO DEL ESPÍRITU: obediencia
Durante los tres días que María y José buscaron a Jesús, debieron haber sentido una profunda angustia y preocupación. Esta experiencia de separación y búsqueda resuena hoy en la vida de muchos jóvenes y niños migrantes que, huyendo de la violencia, emprenden el peligro viaje hacia el norte solos, alejándose indefinidamente de sus familias.
La experiencia de estar separados de sus padres y todos los riesgos que enfrentan en el trayecto hacia la frontera generan en ellos traumas profundos.
Abril Zaragoza es fiel testigo de ello. Como trabajadora social del albergue Casa YMCA en Tijuana, México, esta mujer de 50 años dedica sus días a ayudar a menores migrantes no acompañados que llegan a México. Abril y su equipo trabajan incansablemente para ofrecerles refugio, protección, apoyo emocional y facilitar la reunificación con sus familiares.
ORACIÓN
Señor Dios, te damos gracias por todos los niños, quienes son nuestra esperanza para el futuro. Oramos para que podamos reconocer a Cristo en estos pequeños y nos comprometamos a trabajar para que todos ellos puedan crecer y desarrollarse plenamente, alcanzando el potencial que Tú les has dado. Que nuestro amor y esfuerzo hacia ellos reflejen Tu divina voluntad y guía.
Amén.
Pon tu fe en acción y haz una ofrenda para ayudar a los más necesitados. Como agradecimiento por tu generosidad y compasión, recibirás un Rosario en tu hogar.