“Hoy, 8 de marzo, me gustaría decir algo sobre la insustituible contribución de las mujeres en la construcción de un mundo que es el hogar de todos. La mujer es quien hace hermoso el mundo, lo cuida y lo mantiene vivo”. – Papa Francisco, sobre las mujeres que cambian la historia.
Este mes celebramos el Día internacional de la mujer. Nos unimos con orgullo a destacar los logros y esfuerzos de seres increíbles quienes, por medio de los programas de CRS, generan un gran impacto en sus comunidades. A continuación, conocerás mujeres que aunque viven en diferentes partes del mundo, comparten el mismo deseo de sacar adelante a sus familias dentro de sus comunidades .
Mujeres que cambian la historia de sus comunidades con la ayuda de CRS
Gracias a los programas de CRS que proveen entrenamiento y soporte en las áreas de agricultura, microfinanzas, educación y respuesta a emergencias, mujeres, muchas veces en situaciones de desventaja, pueden alcanzar su máximo potencial , mejorando así sus vidas y las de sus familias. Conócelas, aquí:
Carmelina Carranza Díaz es una productora de café quien pone en práctica lo que aprendió en el programa ASA (Agua y Suelo para la Agricultura) de CRS para impactar de manera positiva a su comunidad. Por medio de este programa, ella y muchos agricultores en México y Centroamérica logran aumentar su productividad, mejorar sus ingresos y proteger los valiosos recursos hídricos mediante la restauración de la salud del suelo. Carmelina ahora puede mejorar la condición de sus tierras y así cambiar el futuro de su familia y comunidad.
Josephine Teko, es una joven segura y valiente que vive en Uganda, que aprendió a hornear chapatis (panes sin levadura muy similares a las tortillas y a las pitas) en un curso de panadería de su comunidad. Este curso es una iniciativa de capacitación vocacional para jóvenes apoyada por el proyecto Nuyok y dirigido por CRS. Debido a lo aprendido en el curso, Josephine ha logrado cambiar su historia y la de su familia mejorando su seguridad alimentaria y nutricional.
Halida Sheik-Basmala, comenzó a bordar desde que tenía once años en Inaul, un estilo de tejer tradicional de la ciudad de Marawi en Filipinas. Durante la batalla de Marawi en el 2017, Halida perdió todo después de abrir su propia tienda de sastrería. Sin embargo, gracias a los programas de microfinanzas de CRS, Halida pudo reconstruir su negocio y ahora capacita a mujeres en habilidades artesanales, lo cual ayuda a su comunidad.
Mariana de Jesús, tiene un pequeño negocio de sándwiches, jugos de frutas, refrescos y paletas de hielo en su casa en Puerto Plata, República Dominicana, el cual le ayuda a sostener a su familia. Por medio de los Grupos de Ahorro y Préstamos de CRS, aprendió a ahorrar para arreglar su refrigerador y comprar otros equipos de cocina para su negocio. “Acabo de comprar una licuadora de lo que ahorré. Los grupos de ahorro han funcionado, lo he estado haciendo durante los últimos cuatro años”, dice Mariana.
Manika Routray es madre de familia en un pequeño pueblo de la India. Aunque el ciclón Fani dañó parte de su jardín, Manika logró cosechar verduras para ayudar a su familia a superar los aumentos en los precios del mercado después de la tormenta. Su conocimiento lo adquirió a través del programa de preparación para desastres (CBDP) de CRS, Manika aprendió a cultivar huertos y a cuidar mejor sus verduras en caso de inundaciones. También, aprendió a guardar semillas entre los ciclos de cultivo, por eso no ha tenido la necesidad de comprar semillas de vegetales adicionales a las que el proyecto CBDP le suministró hace 4 años.