Ofrecemos una oración de agradecimiento al Señor, por los corazones solidarios que están dispuestos a abrazar al quebrantado y levantar al caído. Oramos juntos…
Señor de todos,
Te admiramos y te damos gracias
no porque nuestras mesas estén llenas,
nuestras cosechas sean robustas
o nuestros hogares resuenen con risa y alegría.
Aunque estas cosas puedan ser ciertas,
muy a menudo hemos visto la necesidad
vemos épocas de sequía
y vidas de soledad y desesperación.
Aún así, sin embargo, te damos gracias
porque en momentos como estos
que vemos manos que comparten,
vemos pies que caminan en solidaridad con los marginados,
vemos brazos abiertos para abrazar a los que tienen el corazón quebrantado
y vemos al pecador llorar al saber de tu perdón.
Y cualesquiera que sean las alegrías y comodidades de nuestros hogares,
grandes y pequeñas,
es en las bendiciones de estos momentos que nuestra copa verdaderamente
se desborda.
Y por lo tanto te bendecimos y te damos gracias,
no porque nuestras mesas estén llenas
sino porque nuestros corazones lo están,
porque tu amor es eterno
y tu misericordia perdura para siempre.
No porque nuestras mesas estén llenas
Amén
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Enciende una Vela Virtual
Enciende una vela y reza por tus seres queridos y nuestros hermanos y hermanas de todo el mundo. Sus intenciones serán recordadas en la misa ofrecida en la Capilla de San Esteban en la sede mundial de Catholic Relief Services en Baltimore, Maryland.