Oraciones a la Virgen María

Oraciones a la Virgen María

La devoción a la Virgen María

El calendario litúrgico de la Iglesia Católica conmemora a la Virgen María en diferentes fechas y tiempos del año. Por ejemplo, el mes de mayo es comúnmente conocido como el mes de María. De manera semejante, el mes de octubre es el mes del Rosario y durante el tiempo de Adviento se le dedica especial atención al papel que juega como la Madre del Salvador.

“Nunca tengas miedo de amar demasiado a la Virgen. Jamás podrás amarla más que Jesús”. – San Maximiliano Kolbe

Fortalece tu devoción a la Virgen María rezando algunas de estas oraciones durante el día. Ayuda a que más personas conozcan y amen a la Madre de Dios descargando las imágenes y compartiéndolas en tus redes sociales y con tus familiares y amigos.

Visita las siguientes secciones:

Oraciones marianas católicas

Ave María

Angelus

angelus

Bajo tu amparo

madre de dios

Bendita sea tu pureza

bendita sea tu pureza

Dulce Madre

dulce madre

La Salve

dios te salve

Magnificat

magnificat

María, Madre de gracia

María Madre de Gracia

Memorare (Acordaos)

Acordaos

Ofrecimiento a la Santísima Virgen

Oh Senora Mia

Regina Coeli (Reina del cielo)

Regina Coeli

Letanías lauretanas

Las Letanías Lauretanas (o Letanías de la Virgen o de Loreto) son las designaciones más difundidas de alabanza y súplica a Nuestra Madre Santísima para invocar su intercesión y se suelen recitar al terminar de rezar el Rosario. En 2020, el Papa Francisco añadió tres nuevas invocaciones a las Letanías Lauretanas: “Consuelo de los migrantes”, “Madre de la misericordia” y “Madre de la esperanza”. Aunque el título “Reina de la paz” ya formaba parte de Letanías, lo hemos incluido en esta página para resaltar la importancia de pedir la ayuda de la Virgen en estos momentos en que nuestro mundo tanto necesita el don de la paz.

Invocaciones y frases de santos sobre la Virgen María

Muchos de los hombres y mujeres que han alcanzado la santidad fueron fieles devotos de la Virgen María. A continuación te compartimos algunas de sus frases que reflejan su amor a María Santísima.

San Alfonso María Ligorio

san alfonso

María es el tesoro de Dios y la tesorera de todas las misericordias que nos quiere dispensar.

San Juan XXIII

san juan

¡Oh, María Inmaculada, estrella de la mañana que disipas las tinieblas de la noche oscura, a ti acudimos con gran confianza!

San Bernardo

san bernardo

Si Ella te tiene de la mano no te puedes hundir. Bajo su manto nada hay que temer.

San Juan Bosco

san juan bosco

La devoción y el amor a María Santísima es una gran protección y un arma poderosa contra las asechanzas del demonio.

Santa Faustina Kowalska

santa faustina

Cuanto más imito a la Santísima Virgen, tanto más profundamente conozco a Dios.

San Luis María Grignion de Montfort

san luis maría grignion

Soy todo tuyo Oh María, y todo cuanto tengo, tuyo es.

Santa Teresita del Niño Jesús

santa teresita del niño jesús

Qué alegría recordar que ella es nuestra Madre! Puesto que Ella nos ama y conoce nuestras fragilidades, ¿qué hemos de temer?

Asunción de la Virgen María – Oración de San Pablo VI

Oh María Inmaculada Asunta al cielo,
tú que vives bienaventurada en la visión de Dios:
de Dios Padre que te hizo alta criatura, de Dios Hijo que quiso
ser generado como hombre por ti y tenerte como madre,
de Dios Espíritu Santo que en ti realizó la concepción humana del Salvador.

Oh María purísima,
Oh María dulcísima y bellísima,
Oh María, mujer fuerte y reflexiva.
Oh María, pobre y dolorosa,
María, virgen y madre,
mujer humanísima como Eva, más que Eva;
cercana a Dios en tu gracia, en tus privilegios,
en tus misterios, en tu misión, en tu gloria.
Oh María asunta a la gloria de Cristo en la perfección completa
y transfigurada de nuestra naturaleza humana.
Oh María, puerta del cielo, espejo de la Luz divina,
santuario de la Alianza entre Dios y los hombres,
deja que nuestras almas vuelen tras de ti
deja que se eleven tras tu radiante camino
transportadas por una esperanza que el mundo no tiene, la de la dicha eterna.

Consuélanos desde el cielo, oh Madre misericordiosa,
y por tus caminos de pureza y esperanza guíanos un día al encuentro feliz contigo y con tu divino Hijo nuestro Salvador Jesús. ¡Amén!