A medida que se acerca el primer aniversario del referéndum de Sudán del Sur, hablamos con Dan Griffin, asesor de Catholic Relief Services (CRS) Sudán, quien viajó a este país con motivo de sus históricos comicios el 9 de enero de 2011, así como de las celebraciones de independencia seis meses después. Además, recientemente asistió a la Conferencia Internacional de Compromiso a favor de Sudán del Sur, realizada en Washington, DC, que abordo las prioridades del desarrollo estratégico del país así como las oportunidades de participación para el sector público y privado. Dan Griffin esta disponible para entrevistas. Favor de contactar a Kim Pozniak.
¿Qué significa el referéndum para los sudaneses del sur?
Dan Griffin: El exitoso referéndum sigue siendo uno de los puntos más brillantes en el África subsahariana. La resolución pacífica de la guerra más larga en la historia de África es un logro fenomenal y quizá sea la transición más importante en África en 2011. Para el pueblo de Sudán del Sur, el referéndum representa el triunfo de una paz negociada sobre la violencia aparentemente sin solución. La pregunta ahora es si ese triunfo se puede traducir en un Sudán del Sur próspero.
¿Cómo han cambiado las cosas a partir del referéndum, y qué desafíos siguen?
Dan Griffin: El cambio ha sido muy rápido en términos de tratar de organizar y establecer los diferentes sistemas: sistemas económicos, financieros, y judiciales que apoyan el funcionamiento de una nación. Sudán del Sur lanzó recientemente un plan de desarrollo muy ambicioso, y existe una tremenda energía dedicada a diseñar lo que necesita suceder ahora, por ejemplo, reformar el sistema bancario central, emitir una nueva moneda, obtener un escaño en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y el acuerdo de varios tratados internacionales y organismos regionales. Los retos que siguen son enormes: por un lado, Sudán del Sur ha tenido que dejar atrás el conflicto más largo en la historia de África. Continúan las tensiones en la frontera con Sudán y la frontera en sí misma no esta definida. Existe preocupación sobre los ingresos derivados del petróleo y también esta en juego la seguridad interna de Sudán del Sur, especialmente en los estados de Jonglei y Unity, donde la violencia interétnica sigue obstaculizando el desarrollo.
¿Qué papel juega la Iglesia en Sudán del Sur, y cómo ha cambiado desde el referéndum?
Dan Griffin: La Iglesia continúa su importante papel de fomentar la rendición de cuentas y la creación de la sociedad civil, especialmente a medida que Sudán del Sur sigue avanzando en el desarrollo de su constitución permanente. La corrupción, la violencia étnica, y la codicia muchas veces han desviado la energía y los recursos de países de reciente independencia. La Iglesia en Sudán del Sur sigue manteniendo sus ojos en el premio de la verdadera independencia y la prosperidad para todo el pueblo sudanés. Además, continúa su importante labor en la creación de paz y mitigación de conflictos, abriendo el camino para la asistencia humanitaria y el desarrollo a largo plazo que los sudaneses han esperado durante tanto tiempo.
¿Qué pueden hacer los Estados Unidos y la comunidad internacional para apoyar el nuevo país de Sudán del Sur?
Dan Griffin: Los Estados Unidos han sido un apoyo clave de Sudán del Sur durante décadas, sin embargo, ahora es claramente un momento en que la ayuda exterior es necesaria y la capacidad del gobierno de los Estados Unidos de brindar esta ayuda no esta clara. Aparte del financiamiento para el desarrollo, también es vital fomentar relaciones comerciales adecuadas con Sudán del Sur. Otro paso importante que debe atender Sudán del Sur es abordar sus industrias extractivas. Gran parte del presupuesto del país esta financiado directamente por la producción de petróleo. Mientras que el sector extractivo puede proporcionar gran ayuda económica a un país, también puede conducir a problemas ambientales y sociales. Comunidades en el Sudán del Sur ya han puesto en tela de juicio el hecho de que no se están beneficiando directamente de los ingresos del petróleo con cosas como mejoras en infraestructura y servicios sociales. Para atender estos temas, el gobierno de Sudán del Sur recientemente anunció que ha firmado la Iniciativa para la Transparencia en las Industrias Extractivas (EITI, por su sigla en inglés). Si el gobierno puede cumplir con las normas internacionales de transparencia y rendición de cuentas en sus industrias extractivas, entonces estará logrando un gran comienzo. Aunque nadie duda de su sinceridad, su capacidad de cumplir con estas normas esta por verse.
¿Qué papel tiene CRS en la creación del nuevo país?
Dan Griffin: CRS mantiene su compromiso con nuestro alcance humanitario en ambos países, en nuestra defensa y promoción de solidaridad con el pueblo sudanés, tanto en Sudán como en Sudan del Sur, dondequiera que las necesidades sean mayores. CRS es una de las principales agencias que operan en ambos países y nuestro trabajo incluye proyectos en las áreas de agua y saneamiento, recuperación agrícola, medios de subsistencia, la salud, la educación y la consolidación de la paz.