¿Por qué hay una crisis humanitaria en la frontera sur de Estados Unidos?
Los albergues de migrantes, ubicados a lo largo de la ruta migratoria desde Guatemala hasta México, han estado en continuo estado de emergencia desde octubre de 2018, cuando la primera caravana de migrantes, la mayoría provenientes de Honduras, Guatemala y El Salvador, partió de Honduras con más de mil personas, para dirigirse a los Estados Unidos. El incremento exponencial del flujo migratorio empujó a las ciudades mexicanas de la frontera a una crisis humanitaria sin precedentes y la capacidad de los albergues de migrantes se vio rápidamente sobrepasada.
Conoce más sobre la crisis migratoria:
¿De qué países son los migrantes que se encuentran en la frontera?
¿Quiénes están migrando desde México y Centroamérica?
¿Por qué migran las personas de Centroamérica?
La llegada de la pandemia aumentó la vulnerabilidad de los albergues en México. En marzo de 2020 muchos cerraron sus puertas para evitar la propagación de la enfermedad, pero continuaron albergando por más tiempo de lo planeado a las personas que ya estaban allí. A los nuevos retos de la pandemia se sumaron nuevas restricciones migratorias impuestas por Estados Unidos a los aplicantes a asilo como los Protocolos de Protección del Migrante, que obligaba a los migrantes a esperar por una respuesta en territorio mexicano. Estos protocolos fueron recientemente anulados.
Adicionalmente, Estados Unidos activó el Título 42, que autoriza a los agentes migratorios a prohibir la entrada a personas migrantes que pueden introducir enfermedades. Esta medida continúa vigente.
¿De qué países son los migrantes que se encuentran en la frontera?
La mayoría de los migrantes que se encuentran en la frontera México-Estados Unidos son centroamericanos que emigraron desde El Salvador, Guatemala y Honduras, y mexicanos provenientes de los estados más afectados por la violencia. Está incrementado la presencia de grupos de personas migrantes procedentes de Nicaragua, Cuba y Haití.
¿Quiénes están migrando desde México y Centroamérica?
Antes, la mayoría eran hombres solteros que buscaban cruzar la frontera para encontrar oportunidades económicas. Hoy, las personas migrantes incluyen familias, mujeres solas, madres solteras, jóvenes y niños que migran solos, y personas LGBTQ.
¿Por qué migran las personas de Centroamérica?
Las principales causas de la migración centroamericana hacia México y Estados Unidos son la violencia, la falta de oportunidades económicas, el cambio climático y la violencia de género.
• Violencia
Guatemala, Honduras y El Salvador se encuentran entre los países más peligrosos del mundo, con una tasa de homicidios de 90 por cada 100.000 habitantes, casi cinco veces más de lo que la Organización Mundial de la Salud considera una “epidemia”. Adicionalmente, el control territorial y las políticas de reclutamiento forzado de las pandillas hacen que la vida de los jóvenes sea casi imposible y que los dueños de negocios se enfrenten continuamente a extorsiones.
• Falta de oportunidades económicas
Guatemala, Honduras y El Salvador presentan los mayores índices de pobreza de Latinoamérica y se encuentran entre los países más desiguales del mundo. Los salarios son muy bajos y la posibilidad de encontrar empleo formal con un salario digno es muy difícil, especialmente para la población más joven. Adicionalmente, el acceso inequitativo a educación de calidad genera que la población de menores ingresos no cuente con las habilidades necesarias para encontrar empleo de calidad.
• El cambio climático
Centroamérica ha experimentado sequías recurrentes durante los últimos cinco años en el Corredor Seco, un área que atraviesa Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua, donde la población vive de la agricultura. La falta de lluvia ha destruido las cosechas de las que viven. Al mismo tiempo, las prácticas agrícolas no sostenibles están deteriorando la tierra.
• Violencia de género
La creciente ola de violencia que enfrentan El Salvador, Honduras y Guatemala está empujando a miles de mujeres a huir hacia México y Estados Unidos en busca de seguridad. El control territorial de las pandillas y organizaciones criminales amenazan continuamente la seguridad de las mujeres y sus hijos. Según reportes de la ACNUR, cientos de mujeres migrantes provenientes de Centroamérica reportan haber sido agredidas, extorsionadas o amenazadas por miembros de grupos criminales. Estos niveles de extrema violencia hacia la mujer también se evidencian en sus hogares, siendo la violencia doméstica una causa de migración cada vez más frecuente.
Preguntas y respuestas
El programa “Quédate en México” (Remain in Mexico, o Migration Protection Protocols MPP, en inglés) obliga a las personas que solicitan asilo en EE. UU. a esperar en territorio mexicano mientras atienden sus casos. Al inicio de su implementación en 2019, estas personas se hospedaban en albergues, hoteles, cuartos o con algún conocido. Pero a medida que aumentaba el número de personas en espera, estos solicitantes de asilo comenzaron a quedarse cerca de los cruces fronterizos, con la idea de ir asegurando un área. En febrero 2020, las tiendas de acampar se encontraban cerca de cruces fronterizos como El Chaparral en Tijuana o el Puente Internacional en Matamoros.
Entre marzo y abril 2020, esta situación se transformó en una crisis humanitaria con la llegada de la pandemia de Covid-19 a México. Esto originó el cierre de fronteras y la suspensión de audiencias de solicitud de asilo en EEUU. El estatuto Título 42 agravó la situación pues los solicitantes de asilo bajo MPP se quedaron indefinidamente en México y lo que se suponía que fuera un campamento temporal, se convirtió en un asentamiento permanente.
Los migrantes se enfrentan a una serie de obstáculos como el no contar con una asesoría legal gratuita en un país extranjero, barreras de idioma, información y conocimiento sobre sus derechos y garantías, restricciones a su libertad de movilidad y circulación, detenciones ilegales, faltas de garantías al debido proceso y fallas en el sistema de justicia, el cual no responde a sus necesidades de atención.
En cuanto al acompañamiento psicosocial, durante el trayecto, las personas migrantes enfrentan múltiples situaciones que los afectan emocionalmente. Por su parte, los migrantes expulsados se ven expuestos a la ansiedad, debido a la incertidumbre y la espera de los procesos. Todas estas afectaciones y experiencias a las que han sido expuestos los migrantes, inciden en su salud física y emocional.
Desde sus primeros años de pontificado, el Papa Francisco ha manifestado en repetidas ocasiones su preocupación por la situación de los migrantes y refugiados que huyen del conflicto, la pobreza y los desastres naturales, y ha hecho un llamado a la Iglesia y a la comunidad internacional para acogerlos, protegerlos, promoverlos e integrarlos en los países receptores.
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