La misión de CRS se identifica con la obra y vida de Santa Catalina por su compasión por los enfermos además de su legado por la construcción de la paz.

Santa Catalina de Siena conocida como la doctora de la iglesia nació en 1347 en Siena, Italia. Dios la favoreció con dones extraordinarios desde muy corta edad, pues a sus 5 o 6 años tuvo su primera visión en la que ángeles le sonreían. A los siete años, consagró su vida a Dios a través de un voto privado. Sin embargo, su familia se negó a aceptar los deseos que Santa Catalina tenía de servir al Señor y no contraer matrimonio. Aunque, su familia la sometió a trabajos duros para distraerla, Santa Catalina sobrellevó todo esto con dulzura y paciencia.

Finalmente, a los 17 años sus padres aprobaron su devoción e ingresa a la tercera orden de los dominicos como laica. Santa Catalina tenía un gran deseo de ayudar a los huérfanos y enfermos ya que se esmeraba en atenderlos con amor. En una visita a Pisa, enviada por sus superiores, sanó a muchos enfermos y aún a más almas. Ayudó en la peste negra donde murió la tercera parte de la población de Siena.

A los 25 años se convirtió en conciliadora y consejera de príncipes. Murió a los 33 años de apoplejía y fue canonizada en 1461 por el papa Pío II.

CRS es sensible a las problemáticas que muchas comunidades enfrentan en el mundo. Nuestros programas internacionales de ayuda en salud están diseñados para abordar las inequidades y respaldar el acceso universal a los servicios de salud.

Trabajadores monitorean a los niños que están en riesgo de malnutrición. Foto por Lauren Merril para CRS.

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