Envía una oración de Santa Teresa de Calcuta
Durante su vida, Santa Teresa siempre fue uno de los seres humanos más admirados que caminaron sobre la faz de la Tierra y eso ha continuado desde su muerte en 1997. Su legado ha impactado a generaciones y por eso, hoy queremos mostrarte algunos de sus consejos para la juventud y las familias sobre cómo vivir una vida llena de bondad, sencillez y gozo.
A continuación te presentamos cinco maneras para llevar una vida plena y satisfactoria como la de Santa Teresa de Calcuta.
1. Ser un defensor de los que no tienen voz
El mensaje de Santa Teresa era sencillo: “Los pobres deben saber que los amamos”. Ella tocó a los leprosos y se hizo cargo de los enfermos de sida. Ella animó a otros a realmente ver a los más pobres de los pobres al salir y conocerlos. Cuidó a los necesitados con sus acciones desinteresadas.
Muestra tu amor por los pobres uniendo tu voz a la de otros católicos y personas de fe abogando por quienes viven en las periferias y son descartados por la sociedad. Pide al Congreso que proporcione los fondos necesarios para financiar los programas internacionales que reducen la pobreza y ayudan a las familias a prosperar.
2. Ser decidido, pero no tener miedo de pedir ayuda
Santa Teresa fundó las Misioneras de la Caridad en 1950 después de ganar el reconocimiento del Vaticano de su nueva orden. Ella no tenía ingresos y a veces tenía que pedir comida y suministros. Sin embargo, ella estaba decidida a servir a los que fueron abandonados por la sociedad. Ella dio un ejemplo de tal manera que, en el momento de su muerte, más de 4,000 de sus hermanas dirigían orfanatos, hospicios para personas que viven con sida y centros de caridad en todo el mundo.
En la misa de su canonización, el Papa Francisco dijo que Madre Teresa se puso “a disposición de todos por medio de la acogida y la defensa de la vida humana, tanto la no nacida como la abandonada y descartada.” Haz tú lo mismo y vive tu llamado a ‘hacer lío’ y a servir a los demás uniéndote a Catholic Relief Services para trabajar juntos por el Reino de Dios.
3. Rezar
Santa Teresa era una mujer de Dios. Sin embargo, a veces ella luchaba con el sufrimiento que veía. Ella le hacía preguntas a Dios, pero lo más importante, ella rezaba. Ella rezaba por la comprensión, rezaba para pedir ayuda, rezaba para pedir fortaleza. A través de la oración, la Santa Teresa fue capaz de seguir haciendo lo que más le gustaba—trabajar con los pobres. Reza una oración de la Madre Teresa de Calcuta en su honor.
4. Vivir con humildad
Más adelante en su vida, la Madre Teresa de Calcuta estaba constantemente en el escenario mundial. Recibió el Premio Nobel de la Paz en 1979, pero no dejó que la fama se le subiera a la cabeza. De hecho, cuando le dijeron que había ganado, dijo, “Me siento indigna”. Santa Teresa tuvo una vida sencilla, y se vio a sí misma como un instrumento de Dios. Ella trabajó con los más vulnerables, aliviando el sufrimiento y difundiendo la paz.
Como católicos, estamos inspirados por nuestros santos. Los celebramos por sus milagros y por su vida de sacrificio y de bondad. En CRS, también estamos inspirados por los acontecimientos extraordinarias diarios que vemos suceder en todo el mundo. Con cada donación a los necesitados—ya sea ofrecida en tiempo, dinero u oración—honramos el ejemplo de los santos.
Descarga este libro electrónico lleno de imágenes de las comunidades donde tus donaciones están haciendo una diferencia. Las imágenes se combinan con citas de algunos de los santos humildes que pasaron sus vidas trabajando para aliviar el sufrimiento de las personas necesitadas.
5. Sonreir
Por último, no necesitas más recursos para ser más como Santa Teresa, Lo puedes hacer simplemente sonriendo .
Muchas de las citas y frases de la Madre Teresa de Calcuta hablan de nuestros dones más simples: el amor, la paz o una sonrisa. De hecho, en un mensaje a los empleados de CRS en 1977, ella dio este consejo:
“Sonrían unos a otros, hagan tiempo para estar juntos, disfruten unos de otros”.
Santa Teresa nos recuerda que al compartir una verdadera sonrisa con los demás, compartes una parte de ti mismo.
En la homilía de la canonización de la Santa Madre Teresa de Calcuta, el Papa Francisco dice que la Madre Teresa amaba decir: «Tal vez no hablo su idioma, pero puedo sonreír». Llevemos en el corazón su sonrisa y entreguémosla a todos los que encontremos en nuestro camino, especialmente a los que sufren. Abriremos así horizontes de alegría y esperanza a toda esa humanidad desanimada y necesitada de comprensión y ternura.