Reemberto Rodríguez
Me siento muy orgulloso de ser latino, especialmente cubano. Llegué de Cuba a Georgia cuando tenía nueve años. Soy católico por nacimiento y cultura. Mi esposa y yo seguimos el catolicismo, gracias al trabajo y el ejemplo de los demás: el Papa Francisco, nuestra parroquia y nuestro amor por el trabajo de Catholic Relief Services (CRS).
Para nosotros, dar a CRS es poner nuestra fe en acción. Nuestra familia es muy consciente de cuán difícil es el mundo fuera de los Estados Unidos. Nos gustaría poder servir directamente durante las emergencias que atiende CRS, pero ese no es nuestro llamado. Sin embargo, tenemos la bendición de contar con recursos para compartir y ayudar.
Mi esposa y yo tomamos la decisión desde jóvenes de compartir con otros nuestros salarios de servidores públicos, para no caer presos del consumismo desenfrenado. En cambio, decidimos enfocarnos en construir comunidad y disfrutar la vida como el don que es.
Llevamos 40 años apoyando a CRS, desde la época en que nuestros dos hijos iban a la escuela parroquial de la Iglesia católica y traían a casa el Plato de Arroz para recaudar fondos para el servicio a los demás en los países en desarrollo. Nunca forzamos nuestra fe en nuestros hijos, ni actuamos como si tuviéramos todas las respuestas. En cambio, tratamos de vivir nuestra fe más que predicarla.
Sabemos que compartir lo que tenemos con CRS está ayudando a construir el reino de Dios en la tierra, así “como en el cielo”. Ser parte de la familia CRS y ver el trabajo que realizan, a través de sus redes sociales y noticias por correo electrónico, es simplemente conmovedor. Y estamos agradecidos de poder aportar nuestro “granito de arena”, por pequeño que éste sea.
Yo vivo mi fe extraordinariamente cuando:
- sigo los pasos de quienes han allanado un camino para nosotros,
- acompaño a otros en su travesía y soy solidario con quienes servimos;
- y cuando doy lo mejor de mí, sabiendo muy bien que todo depende de la voluntad de Dios.
Durante el Mes de la Herencia Hispana, reflexiono sobre lo que nuestra herencia y cultura latina significan para mí. Me siento orgulloso de ver cómo mis hermanos prosperan en la comunidad hispana y cómo el servicio al prójimo hace parte de nuestra naturaleza.
¿Estás listo para vivir tu fe extraordinariamente, uniéndote a la familia CRS y la misión de servir a Dios, ayudando a nuestros hermanos y a nuestra comunidad?