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NAIROBI, 7 de marzo de 2019 — Millones de personas en el Cuerno de África han sufrido una sequía prolongada al mismo tiempo que las negociaciones del presupuesto federal podrían amenazar la ayuda alimentaria de los Estados Unidos.
Los datos recién publicados de la Red de Sistemas de Alerta Temprana de Hambruna (FEWSN, por su sigla en inglés) pronostican un empeoramiento de la sequía y hambre severa en partes del Cuerno de África en los próximos meses, y fallas en los cultivos de hasta del 30 por ciento.
“Estamos muy preocupados por el deterioro de las condiciones en la región donde estamos viendo familias– cuyas vidas dependen de la tierra–incapaces de hacer frente a la situación”, dijo Matt Davis, director regional de Catholic Relief Services (CRS) para África del este, que supervisa la ayuda humanitaria en los países afectados, incluidos Kenia, Somalia, Etiopía y Sudán del Sur.
La noticia llega en la víspera de la solicitud del presupuesto federal anual del gobierno de los Estados Unidos, que se espera que incluya fuertes recortes a la ayuda exterior — hasta en un tercio, como en los últimos dos años — incluidos los principales programas de ayuda alimentaria de emergencia.
“Nos preocupa que el presupuesto del gobierno pueda abandonar a millones de familias en todo el mundo justo cuando más necesitan la ayuda”, dijo Davis. “Ayudar a los pobres es un imperativo moral y una sabia inversión en la estabilidad global”.
Se espera que el gobierno publique su presupuesto para el año fiscal 2020 a partir del lunes, 11 de marzo. Las audiencias del Congreso ya han comenzado sobre algunas de las cuentas del presupuesto.
El cambio climático está teniendo impactos dramáticos en la producción de cultivos en algunas de las zonas más pobres del mundo. Según los informes, el número de desastres extremos relacionados con el clima, que incluyen el calor intenso, las sequías, las inundaciones y las tormentas, se ha duplicado desde 1990. Estos desastres causan pérdidas de cultivos que tienen consecuencias trágicas para las familias rurales que subsisten de lo que cultivan. En ninguna parte es esto más cierto que en el Cuerno de África, donde hasta el 80 por ciento de la población son pequeños agricultores.
Según FEWSN, la sequía ya ha retrasado las mejoras que se hicieron en la región desde la sequía de 2016. Para empeorar las cosas, las lluvias de octubre a diciembre del año pasado fueron del 55 por ciento o menos de lo normal en algunas partes del Cuerno. La producción agrícola es 22 por ciento inferior a lo normal en Somalia y 30 por ciento en Kenia. Como consecuencia, se espera que el hambre generalizada aumente aún más en los próximos meses. Gran parte del ganado, del que dependen muchas familias para vivir, ya ha muerto, se ha vendido o se ha consumido.
En el cercano Sudán del Sur, 7.7 millones de personas – más de la mitad de la población – necesitarán ayuda alimentaria para agosto. Esa crisis ha sido provocada tanto por el conflicto como por la sequía.
“Esta es una parte del mundo donde la mayoría de las familias sobreviven con los alimentos que pueden cultivar. Así que incluso los cambios más pequeños en el clima pueden dejar a estas familias sin nada”, dijo Davis. “Estos y otros desastres relacionados con el clima y los conflictos están incrementando la necesidad de ayuda humanitaria. La buena noticia es que, por ahora, la ayuda humanitaria está previniendo peores resultados en muchas partes del Cuerno de África, pero se necesita más para garantizar que esta crisis no se convierta en una catástrofe”.
Sin embargo, en el presupuesto federal anterior, el gobierno propuso la eliminación del programa Alimentos para la Paz (FFP, por su sigla en inglés) de 1.7 mil millones de dólares. Otros programas de alimentos y ayuda internacional fueron recortados. El Congreso finalmente rechazó los recortes draconianos.
“Trabajando a través de iglesias locales y otros grupos, podemos poner tecnología especial en manos de los agricultores para ayudarles a predecir el impacto de las sequías. Nuestros socios locales también pueden ayudar a las zonas rurales a prepararse con anticipación para ser más resilientes. Pero a veces las condiciones se vuelven tan extremas que las familias necesitan alimentos de emergencia para ayudarles a salir adelante. Si el gobierno nuevamente propone eliminar esos programas, millones de personas vulnerables en todo el mundo podrían sufrir”, dijo Davis.
CRS, en asociación con el gobierno etíope, el programa Alimentos para la Paz del gobierno de los Estados Unidos, las iglesias locales y otros grupos, proporciona distribuciones mensuales de alimentos de emergencia a 1.5 millones de personas en cuatro regiones de Etiopía. Otras 506,000 personas desplazadas por la violencia también reciben ayuda alimentaria.
“Hemos invertido en programas de preparación para desastres para las comunidades vulnerables, las personas afectadas por la sequía, pero también por las inundaciones, los tifones y otras condiciones climáticas extremas”, dijo Davis. Con el apoyo de la ayuda exterior de los Estados Unidos, CRS ayuda a las comunidades a ser más resilientes a través de programas de microahorros y educación en salud y nutrición.
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Catholic Relief Services es la agencia oficial de la comunidad católica en los Estados Unidos para ayuda humanitaria internacional. La agencia alivia el sufrimiento y ofrece asistencia a personas necesitadas en más de 100 países, sin importar raza, religión o nacionalidad. El trabajo de CRS de ayuda y desarrollo se logra mediante programas de respuesta a emergencias, al VIH, salud, agricultura, educación, microfinanzas y construcción de la paz. Para mayor información, visite crs.org o crsespanol.org y siga a CRS en las redes sociales: Facebook, Twitter, e Instagram.